Irán juró al nuevo presidente del país, y el político reformista y cirujano cardíaco Masoud Pezeshkian prometió que su administración seguirá intentando eliminar las sanciones económicas impuestas por Occidente por el controvertido programa nuclear de Teherán.
Pezeshkian pronunció un discurso después de prestar juramento en una ceremonia en el parlamento en Teherán, la capital de Irán. Dijo que considera que la normalización de las relaciones económicas con el mundo es un derecho inalienable de Irán.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, respaldó oficialmente a Pezeshkian, instándolo a priorizar a los vecinos, las naciones africanas y asiáticas, así como a los países que han apoyado y ayudado a Irán en las políticas de relaciones exteriores de Teherán.
Pezeshkian, un veterano legislador, ganó las elecciones presidenciales de julio después de que su predecesor Ebrahim Raisi muriera en un accidente de helicóptero en mayo que provocó la elección anticipada. Tiene dos semanas para formar su gabinete para un voto de confianza en el parlamento.
Las sanciones han afectado a las vitales exportaciones de petróleo de Irán, han bloqueado las transacciones en las redes bancarias internacionales y han estimulado la inflación, que está en torno al 40%. El dólar se negocia a 584.000 riales iraníes, una caída dramática para la moneda del país.
Irán ha mantenido conversaciones indirectas con la administración Biden, aunque no ha habido un progreso claro en la limitación del programa nuclear de Teherán ni en el levantamiento de las sanciones económicas. Irán insiste en que su programa nuclear es pacífico y está orientado a generar electricidad y producir radioisótopos para tratar a pacientes con cáncer, no armas nucleares.
A la ceremonia de juramentación de Pezeshkian asistieron representantes de más de 70 países, así como Enrique Mora, el coordinador de las conversaciones nucleares de la Unión Europea. Emomali Rahman, presidente de Tayikistán, también asistió, al igual que los aliados de Irán de los grupos militantes palestinos, incluido el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, y Ziyad al Nakhaleh de la Jihad Islámica.
Irán se ha visto desafiado por la actual guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, y los temores occidentales de que Teherán enriquezca uranio a niveles cercanos al grado de armas con un arsenal suficiente para producir varias armas nucleares si así lo decidiera.
En su discurso, Pezeshkian habló en apoyo de los palestinos, diciendo que Irán exige un mundo en el que los sueños de ningún niño palestino queden enterrados bajo los escombros de su hogar.