Corea del Norte celebró la entrega de 250 lanzadores de misiles con capacidad nuclear a las unidades militares de primera línea en una ceremonia en la que el líder Kim Jong Un pidió una expansión incesante del programa nuclear de su ejército para contrarrestar las amenazas percibidas de Estados Unidos, según informaron los medios estatales el lunes.
Las preocupaciones sobre el programa nuclear de Kim Jong Un han aumentado a medida que ha demostrado su intención de desplegar armas nucleares en el campo de batalla a lo largo de la frontera de Corea del Norte con Corea del Sur y ha autorizado a su ejército a responder con ataques nucleares preventivos si percibe que el liderazgo está bajo amenaza.
La Agencia Central de Noticias de Corea del Norte, dijo que los lanzadores fueron producidos recientemente por las fábricas de municiones del país y diseñados para disparar misiles balísticos tácticos, un término que describe los sistemas capaces de lanzar armas nucleares de menor potencia.
Kim Jong Un dijo en el evento en Pyongyang que los nuevos lanzadores darían a sus unidades de primera línea una potencia de fuego abrumadora sobre Corea del Sur y harían que la operación de armas nucleares tácticas fuera más práctica y eficiente.
Las fotografías de los medios estatales mostraban filas de camiones lanzacohetes de color verde militar abarrotando una gran calle con aparentemente miles de espectadores que asistían al evento, que incluyó fuegos artificiales.
Corea del Norte ha estado ampliando su línea de armas móviles de corto alcance diseñadas para abrumar las defensas de misiles en Corea del Sur, al mismo tiempo que busca misiles balísticos intercontinentales diseñados para alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
Las pruebas de armas y las amenazas cada vez más intensas de Kim Jong Un son vistas ampliamente como un intento de presionar a Estados Unidos para que acepte la idea de Corea del Norte como una potencia nuclear y ponga fin a las sanciones lideradas por Estados Unidos impuestas a Corea del Norte por su programa nuclear.
Corea del Norte también podría tratar de aumentar las tensiones en un año electoral en Estados Unidos, dicen los expertos.
En los últimos meses, Corea del Norte ha revelado un nuevo misil llamado Hwasong-11, que según los analistas puede viajar hasta 100 kilómetros. Si se despliegan en áreas de primera línea, los misiles teóricamente podrían cubrir enormes franjas del área metropolitana de la capital de Corea del Sur, donde vive aproximadamente la mitad de los 51 millones de habitantes del país.
En su discurso en el acto del domingo, Kim Jong Un pidió a su país que se prepare para una confrontación prolongada con Estados Unidos e instó a una expansión incesante de la fuerza militar.
Justificó su aumento de la fuerza militar como una forma de contrarrestar la escandalosa cooperación militar entre Estados Unidos y sus aliados regionales, que, según afirmó, ahora muestran las características de un bloque militar basado en la energía nuclear.
Kim Jong Un también dijo que la decisión de celebrar la ceremonia de entrega de armas mientras el país intentaba recuperarse de unas inundaciones desastrosas mostraba su determinación de “seguir adelante con el fortalecimiento de las capacidades de defensa… sin parar bajo ninguna circunstancia”.