El hombre que es considerado el heredero aparente de la poderosa familia Rajapaksa en Sri Lanka se presentará a las elecciones presidenciales de septiembre, anunció el miércoles su partido político, en un aparente intento de recuperar el poder perdido por su familia tras un humillante revés hace dos años durante una crisis económica sin precedentes en la nación insular del océano Índico.
El Frente Popular de Sri Lanka dijo que el abogado Namal Rajapaksa, de 38 años, el hijo mayor del ex presidente Mahinda Rajapaksa, será su candidato en las elecciones del 21 de septiembre, las primeras desde que la nación se hundió en su peor crisis económica.
La elección se considera clave para los esfuerzos de Sri Lanka por concluir un programa crítico de reestructuración de la deuda y completar las reformas financieras acordadas en el marco de un programa de rescate del Fondo Monetario Internacional.
Las nominaciones para las elecciones se aceptarán el 15 de agosto.
La familia Rajapaksa ha dominado la política de Sri Lanka desde que el país obtuvo su independencia de Gran Bretaña en 1948, y ha producido una docena de legisladores de tres generaciones a lo largo de siete décadas. Mahinda Rajapaksa gobernó como presidente de 2005 a 2015, apelando al sentimiento nacionalista de la mayoría budista-cingalesa de la isla.
Rajapaksa es venerado por esa mayoría por llevar a Sri Lanka a la victoria sobre los rebeldes étnicos tamiles en 2009, poniendo fin a una guerra civil de 26 años.
En 2015, perdió ante la oposición liderada por su ex asistente. Pero la familia volvió a la palestra en 2019, cuando el hermano menor de Rajapaksa, Gotabaya, ganó las elecciones presidenciales con la promesa de restablecer la seguridad tras los atentados suicidas del Domingo de Pascua que mataron a 290 personas.
Pero la familia Rajapaksa perdió el poder inesperadamente en 2022, cuando Sri Lanka se vio envuelta en su peor crisis económica, causada en gran medida por la mala gestión y la falta de rendición de cuentas.
La escasez resultante de productos básicos desencadenó disturbios en 2022, lo que derivó en una crisis política que obligó a cuatro hermanos Rajapaksa y dos de sus hijos, incluido Namal, a dimitir de sus cargos de presidente, primer ministro y ministros del gabinete. Namal Rajapaksa había sido ministro de Juventud y Deportes, pero siguieron siendo legisladores.