México garantizará las condiciones de seguridad y diálogo para que el gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) puedan avanzar el próximo lunes en la construcción de la paz en aquel país, declaró este miércoles el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Aunque aclaró que México solo será sede de la próxima ronda y “no tiene un rol activo”, Ebrard mencionó que el país apoyará en todo lo que sea necesario a ambas partes en este proceso, que busca concluir el conflicto armado que se ha vivido en el país sudamericano por casi 60 años, desde el surgimiento del ELN.
“Nosotros somos una sede confiable, es parte de la mediación, nuestra participación se limita a proporcionarles condiciones para que pueda haber un diálogo, a facilitar que estén instalados, que puedan dialogar, garantizar seguridad y nada más”, expresó el canciller a pregunta de la agencia internacional EFE tras un evento en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
A finales de enero, el gobierno de Colombia, que encabeza el presidente Gustavo Petro, y la guerrilla del ELN acordaron, en una segunda ronda de negociaciones en Caracas, capital de Venezuela, una mesa más de diálogo el próximo lunes 13 de febrero en México, para discutir el cese al fuego bilateral.
Las partes anunciaron en un comunicado compartido que también harán “un examen conjunto de los logros y dificultades en la implementación de los acuerdos realizados”, con miras a superar “las diferencias presentadas recientemente”.
Además, el canciller mexicano expresó, durante la inauguración del primer retiro sobre mediación en América Latina y El Caribe, que el gobierno mexicano está entusiasmado por el proceso para terminar con la guerrilla en Colombia a la que ha convocado el presidente Petro, a quien consideró un “promotor de la paz”.
Ebrard recordó que desde la llegada de Petro al gobierno colombiano se planteó la paz, mediante la identificación de dos tipos de violencia en aquel país.
La primera, dijo, es una política derivada de muchos años de injusticia, de asesinatos de candidatos presidenciales, “que no había libertad básicamente”, y la otra, derivada del trasiego de droga y armas en la región.
“Y México va a facilitar ser la sede y ayudarles, coadyuvar en lo que sea necesario para que puedan ellos dialogar. México no tiene un rol activo en el diálogo, pero sí forma parte de lo que es facilitar que se puedan llevar a cabo estos diálogos”, insistió.
En la inauguración, José Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante las Naciones Unidas (ONU), consideró que, si bien los diálogos de paz entre ambas partes “sigue planteando retos”, que “no son menores”, también planteó que se tiene “un panorama muy interesante”.
“Pero hay que decir que cuenta con una renovada iniciativa para consolidar avances y atender asuntos pendientes, planteada por el gobierno del presidente Petro”, comentó De la Fuente.