El número de niños que murieron quemados en un dormitorio escolar en el centro de Kenia ha aumentado a 21, dijo el portavoz del gobierno.
Las autoridades comenzaron a retirar los cuerpos de los niños mientras intentaban dar con el paradero de docenas de niños que seguían desaparecidos.
Los periodistas tuvieron que esperar fuera del recinto de la Escuela Primaria Hillside Endarasha mientras un equipo que incluía al patólogo del gobierno y a los funerarios del hospital provincial de Nyeri instalaban mesas fuera del dormitorio el sábado.
El incendio arrasó un dormitorio que albergaba a 156 niños de entre 10 y 14 años. Se ha contabilizado el paradero de más de 100 niños y el gobierno insta a los padres y a las personas que viven cerca de la escuela privada a que ayuden a dar con el paradero de todos los niños.
El portavoz del gobierno Isaac Mwaura pidió paciencia a los miembros del público mientras las agencias gubernamentales revisan la escena para determinar el número de los que murieron y qué causó el incendio. Mwaura dijo que algunos de los niños fueron quemados hasta quedar irreconocibles y que las agencias tardarían más tiempo en identificar a las víctimas.
“Estas cifras son todavía preliminares porque el proceso está en curso… es un proceso de ADN que llevará varios días”, dijo.
El presidente de Kenia, William Ruto, declaró tres días de luto. La policía sigue investigando la causa del incendio.
Los padres ansiosos que habían estado esperando todo el día noticias sobre sus hijos pudieron ver el viernes por la noche lo que quedaba del dormitorio. Algunos padres se derrumbaron al abandonar el lugar.
El gobierno ha instado a los administradores escolares a hacer cumplir las normas de internado que exigen que los dormitorios sean espaciosos, con tres puertas y sin rejas en las ventanas para facilitar la salida en caso de incendio.
Los incendios escolares son comunes en los internados de Kenia, a menudo causados por incendios provocados alimentados por el abuso de drogas y el hacinamiento, según un informe reciente del Ministerio de Educación. Muchos estudiantes se alojan porque los padres creen que les da más tiempo para estudiar sin largos desplazamientos.
Algunos incendios han sido provocados por estudiantes durante protestas por la carga de trabajo o las condiciones de vida.
