El Fondo Monetario Internacional (FMI); el Banco Mundial (BM) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) hicieron un llamado conjunto para hacer frente a la crisis mundial de alimentación.
Explicaron que la pandemia primero y la inflación, que se ha mantenido presente desde fines del 2021, afectaron las cadenas de suministro de alimentos, orillando a varios países a un riesgo de inseguridad alimentaria.
El director de Investigación Económica en el ThinkLab veracruzano SAVER, Luis Pérez Lezama, ha explicado que la inseguridad alimentaria se presenta cuando la población no tiene acceso a los alimentos necesarios para su salud y bienestar y se puede presentar si no cuentan con los recursos para comprar suficientes alimentos.
En el comunicado conjunto, los organismos internacionales precisaron que en la actualidad, son 24 países los que se encuentran en una situación “grave” de inseguridad alimentaria.
Entre ellos, 16 están localizados en África y tres en América Latina y el Caribe: Haití, Guatemala y Honduras.
Los líderes de las tres instituciones urgieron a las autoridades a impulsar acciones para detener originadores del hambre, como son el impacto del cambio climático en la disponibilidad de tierra fértil; la violencia organizada y el conflicto, así como la inflación.
Propusieron facilitar el comercio, permitir la participación del sector privado así como reformar los subsidios para hacerlos más eficientes.
Los organismos informaron que hay 350 millones de personas que sufren actualmente inseguridad alimentaria en el mundo. Y consideran que esta situación empeorará si persisten los conflictos armados como el de Ucrania.
En el mismo documento refirieron que los aumentos de precios mundiales de alimentos e hidrocarburos alimentaron ajustes de política monetaria que están endureciendo las condiciones de financiamiento.