El papa Francisco elogió la fortaleza económica de Singapur como un testimonio del ingenio humano, pero instó a la ciudad-estado a cuidar también a los más débiles, especialmente a los trabajadores extranjeros, al iniciar la última etapa de su gira por algunos de los países más pobres de Asia en uno de los más ricos del mundo.
Singapur celebró su llegada con la presentación de una nueva orquídea híbrida que lleva su nombre, la “Dendrobium Su Santidad Papa Francisco”. Presentada durante una ceremonia oficial de bienvenida, la orquídea exuda una belleza serena y pura de pétalos de color blanco marfil con un matiz rosado en el centro, según la Junta de Parques Nacionales.
El Papa Francisco llegó a Singapur procedente de Timor Oriental y comenzó su programa oficial el jueves reuniéndose con el presidente Tharman Shanmugaratnam y el primer ministro Lawrence Wong antes de dirigirse a las autoridades gubernamentales y al cuerpo diplomático en la Universidad Nacional de Singapur.
Allí el Papa Francisco se maravilló ante los modernos rascacielos de Singapur que parecen surgir del mar y el compromiso del gobierno con el desarrollo sostenible y la provisión de vivienda pública y educación y atención sanitaria de calidad a su gente.
Pero instó a las autoridades a cuidar a los más pobres y a tener cuidado de no recompensar la excelencia a cualquier precio, en referencia a la cultura laboral y educativa altamente competitiva de Singapur.
“Me gustaría destacar el riesgo que implica centrarse únicamente en el pragmatismo o poner el mérito por encima de todas las cosas, es decir, la consecuencia no deseada de justificar la exclusión de los marginados de los beneficios del progreso”, dijo.
Francisco pidió especialmente salarios y condiciones dignas para los trabajadores migrantes, que han ayudado a convertir a Singapur en una de las potencias financieras más avanzadas del mundo.
“Estos trabajadores contribuyen mucho a la sociedad y se les debe garantizar un salario justo”, dijo Francisco.
Singapur no tiene una política de salario mínimo para los locales o los extranjeros.
Singapur fue la última parada de la gira de 11 días de Francisco, la más larga y lejana de su papado, tras sus escalas anteriores en Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental.
Francisco está visitando Singapur para alentar a sus católicos, que representan alrededor del 3,5% de la población de poco menos de 6 millones de personas, al tiempo que destaca la tradición de coexistencia interreligiosa de Singapur. Según un censo de 2020, los budistas representan alrededor del 31% de la población, los cristianos el 19% y los musulmanes el 15%, mientras que aproximadamente una quinta parte de la población afirmó no tener ninguna creencia religiosa.
En sus comentarios al papa, el presidente Shanmugaratnam destacó el compromiso de Singapur con la sostenibilidad ambiental y la armonía interreligiosa, diciendo que ambos eran el resultado de un arduo trabajo y dedicación durante décadas.