En los últimos cinco años, el estado de Misisipi, considerado el más pobre en EE.UU., ha registrado un aumento del 900 % en el número de bebés nacidos con sífilis congénita, enfermedad que puede resultar mortal, informa NBC News.
Según los datos publicados por el doctor Thomas Dobbs, director médico de la clínica Crossroads del Departamento de Salud del Estado de Misisipi, en 2016 solo se registraron 8 bebés nacidos con sífilis en el estado, mientras que en 2021 esa cifra aumentó hasta 106.”Realmente hay una especie de conmoción”, declaró Dobbs, agregando que “esto parece algo que debería haber ocurrido hace cien años”.
Entre los más de cien bebés nacidos en 2021 con esta enfermedad de transmisión sexual, al menos uno murió, según las autoridades sanitarias del estado. Al mismo tiempo, datos preliminares de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades muestran que la tendencia no se da solo en Misisipi, ya que el número de casos de sífilis congénita casi se ha triplicado en cuatro años en todo EE.UU. En 2017 hubo 941 casos en el país, mientras que en 2021 se registraron 2.677.
La sífilis tiene un 80 % de probabilidades de transmitirse de madre a hijo si la embarazada no ha sido tratada adecuadamente con penicilina. Si el recién nacido padece la enfermedad, permanece ingresado en el hospital durante dos semanas tras el nacimiento, periodo en el que se le administra penicilina por vía intravenosa.
En Misisipi, debido a la escasez de obstetras y a la inaccesibilidad de los servicios sanitarios, la sífilis en la madre suele diagnosticarse demasiado tarde, lo que provoca que el niño acabe naciendo con la enfermedad.
El problema podría resolverse diagnosticando antes la enfermedad, pero en el estado no es obligatorio realizar pruebas de sífilis a las embarazadas. La doctora Nina Ragunanthan, ginecóloga y obstetra que trabaja en la ciudad de Mound Bayou, afirma que “es totalmente factible reducir estos índices”, pero la solución “cuesta dinero”.