Representantes de la industria de defensa británica quieren fabricar material militar en territorio ucraniano, informó The Telegraph, citando fuentes relacionadas con el asunto. La medida no solo pretende reducir la dependencia de Kiev de las armas occidentales, sino también profundizar los lazos del país con la OTAN.
De acuerdo con los datos del periódico, altos cargos de la industria militar británica están discutiendo planes para producir sus armas y vehículos militares con homólogos ucranianos, mientras que algunos ejecutivos del Reino Unido ya han visitado el país con el fin de promover la creación de empresas conjuntas. Así, Ucrania quiere construir artillería, vehículos y armas de diseño occidental bajo licencia, en lugar de simplemente comprarlos.
Se subraya que es probable que cualquier acuerdo se considere un refuerzo significativo de las relaciones entre Londres y Kiev. Además, los fabricantes británicos no quieren verse superados por sus rivales europeos, concretamente franceses y alemanes, que también están llevando a cabo conversaciones con las autoridades ucranianas sobre proyectos similares. Se ha iniciado una carrera para situar al Reino Unido “a la cabeza de la fila”, dijo un ejecutivo a The Telegraph.
“La cooperación industrial contribuye al acercamiento en las relaciones internacionales. Puede que al principio se plantee como algo comercial, pero requiere al menos de una aprobación política tácita”, aseguró Ed Arnold, investigador del Real Instituto de Servicios Unidos para Defensa y Estudios de Seguridad Internacional y antiguo oficial del Ejército británico en la OTAN.
Añadió que un acuerdo de este tipo “apuntaría a una futura cooperación a largo plazo, profundizando los lazos entre el Reino Unido y Ucrania hasta un nivel en el que aún no han estado”, señalando que esto acercaría al país “a la OTAN y a las estructuras de seguridad europeas”.
Al mismo tiempo, los fabricantes occidentales tienen que ser cuidadosos, ya que sus fábricas pondrían ser destruidas en un corto periodo del tiempo. Francis Tusa, experto independiente en defensa, afirma que cualquier nueva planta militar en territorio ucraniano sería un objetivo clave para Moscú. “Una fábrica de tanques no es pequeña. Y francamente, si yo fuera [el presidente ruso Vladímir] Putin, sería uno de los primeros lugares que destruiría”, dijo.
Por su parte, Serguéi Markovski, asesor del fabricante estatal ucraniano de armamento Ukroboronprom, declaró la semana pasada que quería llegar a acuerdos con empresas occidentales para producir en su país armamento conforme a los estándares de la OTAN para reforzar la seguridad en la región. “Además de la participación directa en empresas conjuntas y una forma de cooperación con la industria de la OTAN, también podemos actuar como una herramienta importante para sustituir la influencia rusa y china en los países de Oriente Medio, Asia y África”, dijo a los responsables de Defensa occidentales.
Los fabricantes británicos no son los primeros cuyas intenciones se han revelado recientemente: el consorcio alemán Rheinmetall también ha declarado que está dispuesto a construir una planta para la producción de sus tanques más avanzados en Ucrania.