Cientos de bomberos, con la ayuda de aviones lanzabombarderos y voluntarios, han logrado avances significativos en la contención de un incendio forestal mortal que arde desde hace cuatro días en el sur de Grecia, según informaron las autoridades.
El servicio de bomberos dijo que el incendio, que mató a dos residentes locales el domingo, está retrocediendo y que las fuerzas de extinción se están centrando en apagar incendios más pequeños dispersos dentro del área devastada.
Según los mapas satelitales publicados por el servicio meteorológico de Grecia, el incendio afectó a unas 6.500 hectáreas de terreno accidentado y montañoso en el área de Corinthia, en la región del Peloponeso.
El servicio de bomberos dijo que se sospecha que un apicultor local inició el incendio accidentalmente mientras ahumaba las colmenas para recolectar su miel, a pesar de una advertencia contra tal actividad debido al alto riesgo de incendio forestal.
Dijo en un comunicado que el hombre ha sido multado y que el caso en su contra se remitirá a las autoridades judiciales. Unos 570 bomberos trabajaban en el lugar, junto con 160 camiones de bomberos y 11 aviones. Entre ellos, tres de Italia y Croacia, enviados después de que Grecia solicitara ayuda a sus compañeros de la Unión Europea.
Se ordenó la evacuación de más de media docena de pueblos como medida de precaución entre el domingo y el martes, aunque los bomberos lograron mantener a raya las llamas en el exterior. Se informó de que varios edificios de las afueras resultaron dañados y una iglesia histórica de la zona quedó destruida.
Grecia, como otros países del sur de Europa, sufre incendios forestales devastadores y a menudo mortales cada verano. Este año, una combinación de sequía relacionada con el cambio climático, altas temperaturas primaverales y olas de calor estivales ha provocado un récord de más de 4.500 incendios hasta ahora.
Muchos se produjeron fuera de los tres meses de verano, cuando normalmente se esperan incendios.
El servicio de bomberos dijo que se desató otro incendio forestal en el Peloponeso al oeste de Corinthia, en la zona montañosa de Kalavryta. Más de 40 bomberos y cuatro aviones luchaban contra el incendio.