Las fuerzas ucranianas se están retirando de la ciudad de Vuhledar, situada en la línea del frente y situada en lo alto de una colina de importancia táctica en el este de Ucrania, tras más de dos años de agotadora batalla, según informaron funcionarios militares. Vuhledar, una ciudad por la que las fuerzas ucranianas lucharon con uñas y dientes para mantenerla, es el último asentamiento urbano en caer ante los rusos, mientras la guerra se alarga hasta su tercer año y el ejército ucraniano se ve obligado a retroceder gradualmente en la provincia oriental de Donetsk.
Esto sigue a una feroz campaña de verano a lo largo del frente oriental, en la que Kiev cedió varios miles de kilómetros cuadrados de territorio mientras el ejército ruso avanzaba hacia el oeste, arrasando ciudades y pueblos con misiles, bombas planeadoras, artillería y drones.
La unidad de fuerzas terrestres de Ucrania, Khortytsia, que comanda las regiones orientales, incluida Donetsk, dijo en un comunicado publicado en Telegram que estaba retirando tropas de Vuhledar para proteger al personal militar y el equipo.
La importancia táctica de la ciudad, situada en la confluencia de dos carreteras principales, es doble. Las alturas dominantes y la proximidad a las líneas ferroviarias ofrecen a Moscú una mayor protección para sus propias rutas logísticas y un mejor punto de observación para los ataques contra las fuerzas ucranianas y las líneas de suministro que alimentan el sur.
Su captura es otra muesca en el cinturón de Moscú, que la acerca al centro logístico clave de Pokrovsk.