Más de 700,000 personas han tenido que abandonar sus hogares a causa de la creciente violencia en Haití, según informó este miércoles la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que ha alertado de que esto implica un aumento del 22% de la cifra de desplazados en tan solo tres meses.
Los datos muestran el deterioro de la situación y el empeoramiento de la crisis humanitaria, debido a la violencia de bandas y grupos armados, que han obligado a más de 110,000 personas a desplazarse durante los últimos siete meses.
La organización, que estima que el 75% de los desplazados se han trasladado a provincias rurales, ha indicado que el refugio más grande se sitúa en la provincia de Grand Sud.
Puerto Príncipe, que se enfrenta a una situación precaria e impredecible, acoge a un cuarto de los desplazados a nivel interno, de los cuales muchos de ellos viven en zonas con una alta densidad de población y poco acceso a servicios mínimos y alimentos básicos, precisó la OIM.
“La falta de recursos es inmensa, por lo que la mayoría de familias que acogen a los desplazados se enfrentan a numerosas dificultades, incluidos los cortes de energía y un servicio sanitario sobrepasado”, recoge el documento.
Esta situación se vive también en otras provincias más alejadas del foco principal de violencia, donde existe una gran presión y una creciente seguridad alimentaria, además de una escasez de vivienda y atención sanitaria.
La OIM ha afirmado su compromiso a trabajar junto al Gobierno de Haití y sus socios internacionales para “brindar asistencia vital y encontrar soluciones a largo plazo para los desplazados”. “Es crucial que continúen los esfuerzos para restablecer la estabilidad y la seguridad en todo el país y aliviar el sufrimiento inmediato de los afectados”, remachó.