El expresidente Barack Obama se dirigió mediante un mensaje franco a los hombres afroestadounidenses que podrían estar considerando abstenerse el día de las elecciones.
“En parte me hace pensar que, bueno, simplemente no les gusta la idea de tener a una mujer como presidenta, y se les ocurren otras alternativas y otras razones para ello”, dijo Obama a los voluntarios y funcionarios del equipo de campaña de Harris-Walz en una oficina de campaña en Pittsburgh.
Obama tocó una fibra sensible entre aquellos demócratas a quienes les preocupa que Kamala Harris pueda convertirse en la segunda integrante de la comunidad afroamericana en llegar a la Oficina Oval.
Harris cuenta con el voto afroestadounidense en estados disputados como Pensilvania, en una reñida contienda en que compite con el republicano Donald Trump, quien se ha enfocado en ganarse el voto masculino de todos los grupos étnicos y se ha esforzado, en particular, en ganarse el voto de los varones negros.
Los comentarios de Obama dejan entrever que los hombres negros no siguen apoyando mayoritariamente a Harris. Pero el equipo de campaña y los aliados de Harris han trabajado arduamente para tratar de apuntalar el apoyo de este grupo crítico de votantes y abordar el tema de la misoginia como una posible razón por la cual no respaldan unánimemente su candidatura.
Los afroestadounidenses son el grupo demográfico más propenso a votar por el Partido Demócrata y el único segmento que es más propenso que los varones afroestadounidenses a votar por dicho partido es el de las mujeres de este mismo sector.
Una encuesta reveló que alrededor de siete de cada 10 votantes negros tenían una opinión favorable de Harris y preferían su liderazgo al de Trump en cuanto a varias políticas públicas importantes, entre ellas la economía, la atención sanitaria, el aborto, la inmigración y la guerra entre Israel y Hamás.
Los datos que arrojó la encuesta mostraron que había poca diferencia en el apoyo que Harris recibe entre hombres y mujeres negros.