El gobierno peruano declaró a finales de septiembre el estado de emergencia en 14 distritos de Lima, dando facultad a los militares de ayudar a la policía a luchar contra la inseguridad.
Vehículos militares salieron a patrullar algunas vías en la capital de Perú en un paro de transportistas que ha limitado la movilidad, la tercera en menos de un mes en demanda al Gobierno de una mayor acción contra la inseguridad.
La presidenta Dina Boluarte dijo que una protesta no va a solucionar el aumento de la delincuencia y anunció una mayor vigilancia a residentes extranjeros que viven en Perú en respuesta a denuncias y reportes en medios de mayor inseguridad y extorsiones que la mandataria relacionó con los migrantes.
El paro era seguido parcialmente en otras ciudades del interior del país y el gobierno volvió a suspender en Lima las clases escolares presenciales como una medida preventiva ante la protesta, y exhortó a los empleadores a dar tolerancia de hasta cuatro horas para el ingreso de sus trabajadores.
Varios puntos de la capital estaban siendo resguardados por militares y policías armados, según imágenes de la televisión. Muchas personas trataban de movilizarse en vehículos informales o taxis ante la restricción de buses, mientras que algunos mercados populares cerraron sus puertas en apoyo a la protesta.
Boluarte, que asumió al poder a fines del 2022 tras la destitución del anterior mandatario, ha afirmado que la protesta se ha politizado en momentos en que su popularidad a tocado fondo a un 4% según una encuesta publicada la semana pasada.
“Esta es la respuesta de la población ante la inacción del gobierno frente a la inseguridad”, dijo a periodistas Martín Valeriano, uno de los dirigentes de los transportistas que aseguró que la protesta era mayoritaria en todo el país.
Valeriano manifestó que los paros serán escalonados mientras no haya una respuesta contundente contra la inseguridad y que si este gobierno no puede, que dé un paso al costado y que se llame a elecciones generales. Boluarte vive en otro planeta.
La protesta de transportistas en la nación minera se produce a días de que se realice en Lima, a mediados de noviembre, la cumbre de líderes de 21 países miembros del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés).
