El Zócalo de la Ciudad de México se convirtió en el escenario de una gran celebración este domingo 4 de febrero, cuando se realizó un evento denominado “Carnaval de Carnavales”, en el que se celebró que los carnavales de la demarcación hayan sido declarados Patrimonio Cultural Inmaterial.
La ceremonia fue encabezada por el jefe de Gobierno capitalino, Martí Batres, quien agradeció a los presentes por estar en un día “tan importante para la cultura de la CDMX, sus pueblos y sus barrios”. Recordó que los carnavales tienen raíces europeas, pero se nutrieron con las tradiciones indígenas, logrando ser lo que ahora se disfruta.
No es casual que la tradición de los carnavales siga tan viva, precisamente en toda la parte que le da vuelta al casco central de la ciudad, expresó Batres añadiendo que en algún momento estos eventos fueron prohibidos.
De igual manera recordó el origen de estas festividades, las cuales fueron una burla y rebeldía contra los españoles en la época de La Corona, por lo que le deseó muy larga vida a los carnavales, los cuales se celebran desde el siglo XVI.
Con el “Carnaval de Carnavales”, el desfile más grande de este tipo en la historia de la capital, se celebró –al lado de 63 comparsas y más de 3 mil carnavaleros de distintas alcaldías– la declaratoria de estos eventos para reivindicar y reconocer su labor en la preservación de las tradiciones que dan identidad a la Ciudad de México.
El “Carnaval de Carnavales” trazó un recorrido de Plaza Tlaxcoaque rumbo al Zócalo, avanzando por las principales avenidas del primer cuadro de la ciudad, llenándolo de colores, música y algarabía.
Durante la ceremonia también participó la secretaria de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, dio a conocer que para realizar la Declaratoria, se llevó a cabo una investigación documental en las 16 alcaldías de la ciudad, con el fin de registrar, catalogar y mapear las manifestaciones artísticas y culturales relacionadas con los carnavales.
De esta manera se logró desarrollar un Plan de Salvaguardia para garantizar la permanencia de estas expresiones que enriquecen, preservan y transforman la identidad diversa de la Ciudad de México, mediante el arte, la música y vestimenta.