La embajada de Suecia en Bagdad fue incendiada durante una manifestación organizada por los seguidores de un líder religioso iraquí en vísperas de la quema pública del Corán en el país escandinavo, según pudo confirmar un corresponsal de la agencia de noticias AFP.
El Ministerio de Relaciones Exteriores sueco confirmó que todo su personal en Irak se encuentra “a salvo”.
“Las autoridades iraquíes son responsables de la protección de las misiones diplomáticas y su personal”, dijo el ministerio, y agregó que los ataques a embajadas y diplomáticos “constituyen una grave violación de la Convención de Viena”.
Decenas de personas se agruparon alrededor de la embajada, de donde emergía una columna de humo, mientras policías antidisturbios se desplegaban por la zona para tratar de controlar la situación.
“No esperamos hasta la mañana, irrumpimos al amanecer y prendimos fuego a la embajada sueca”, dijo uno de los manifestantes.
Algunos videos en redes sociales mostraban a los manifestantes a las afueras de la embajada sueca ondeando banderas y carteles que mostraban al influyente clérigo y líder político iraquí Moqtada Sadr.
Otras imágenes mostraban a un grupo de hombres dentro de lo que parecía ser una habitación de la representación sueca en territorio iraquí. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irak emitió un comunicado condenando el ataque.
El asalto al recinto diplomático se produce después de que la policía sueca autorizara una protesta para este jueves frente a la embajada iraquí en Estocolmo, donde los organizadores planean quemar una copia del Corán y la bandera iraquí.
El derecho a las manifestaciones públicas está arraigado en Suecia y protegido por la Constitución. Las leyes contra la blasfemia fueron suspendidas en la década de 1970.
Los medios suecos informaron que Salwan Momika, un refugiado iraquí en Suecia, había organizado el evento.
Salwan quemó algunas páginas del Corán frente a la mezquita más grande de Estocolmo el 28 de junio durante Eid al-Adha, una festividad celebrada por musulmanes de todo el mundo.
Ese incidente llevó a los partidarios de Moqtada Sadr, un influyente líder religioso y disidente político en Irak, a asaltar la embajada sueca en Bagdad al día siguiente.
Este tipo de quemas de libros sagrados ya han ocurrido previamente en Suecia y en otros países europeos, a veces a iniciativa de movimientos de extrema derecha. En el pasado han generado manifestaciones y tensiones diplomáticas.