Selena Quintanilla, la icónica “Reina del Tex Mex”, fue homenajeada en la Casa Blanca con la Medalla Nacional de las Artes, a pesar de que ya han pasado casi tres décadas desde su trágica muerte.
El presidente Joe Biden entregó estas reconocidas distinciones correspondientes a los años 2022 y 2023 a un selecto grupo de artistas y promotores de las artes, incluyendo a directores de cine como Steven Spielberg y Spike Lee, además de la cantante y actriz Queen Latifah.
Fue Suzette Quintanilla Arriaga, la hermana de Selena, quién aceptó el premio en su nombre, agradecida por el homenaje a su hermana. El legado de la fallecida artista, quien habría cumplido 53 años de estar viva, sigue siendo un pilar en la cultura musical y popular.
En el evento las autoridades enfatizaron la importancia del arte y las humanidades en tiempos actuales. “El poder de las artes importa. Y ahora más que nunca”, afirmó Joe Biden.
Durante su carrera, Selena logró fusionar estilos diversos de música latina con sonidos contemporáneos pop, estableciéndose como un fenómeno internacional con su álbum póstumo Dreaming of You de 1995. NBC News destacó que este éxito traspasó fronteras y marcó un hito, convirtiéndola en una de las primeras artistas latinas en cruzar al mercado angloparlante. Paredez comentó que Quintanilla “recordó a muchas personas de la industria la importancia de los artistas latinos y la necesidad de contar con ellos”.
El legado de la cantante también incluye una película de 1997 protagonizada por Jennifer Lopez, una miniserie de Netflix en 2020, así como numerosos conciertos, tributo y productos de moda y belleza. NBC News señaló que este año una versión remasterizada de su álbum multiplatino “Amor Prohibido” lideró las listas de Billboard, mostrando que Selena todavía resuena en los corazones de muchos.
Selena murió el 31 de marzo de 1995 en Corpus Christi, Texas, tras recibir un disparo por parte de Yolanda Saldívar, quien era la presidenta de su club de fans y la encargada de sus tiendas de ropa. La asesina disparó a la artista durante una confrontación relacionada con cuestiones financieras.
Saldívar fue arrestada poco después del ataque y enfrentó un juicio en octubre de 1995, donde fue declarada culpable de asesinato en primer grado. Fue sentenciada a cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional después de 30 años, lo que significa que será elegible para considerar su liberación en 2025.