El empresario Alix Didier Fils-Aimé se convirtió en el nuevo primer ministro de Haití prometiendo paz y seguridad para ese convulso país caribeño, que en la misma jornada fue escenario de un ataque armado a un avión de pasajeros que tuvo que desviarse de la capital.
Fils-Aimé, de 52 años, fue investido en una ceremonia celebrada en Puerto Príncipe en lugar de Garry Conille, destituido el fin de semana por el consejo presidencial de transición apenas unos cinco meses después de llegar al cargo y tras una pugna por el control del gobierno.
El primer ministro Fils-Aimé prometió dedicar toda su energía para salvar a un país devastado por la violencia de las pandillas.
“La primera tarea imprescindible y que condiciona el éxito de la transición es el restablecimiento de la seguridad”, afirmó. “El pueblo haitiano merece la paz, la estabilidad y un desarrollo sostenible”.
El consejo presidencial de nueve miembros tomó las riendas del país tras la dimisión del impopular primer ministro Ariel Henry, con la promesa de frenar a las bandas criminales que azotan el país.
Al asumir el liderazgo, sus integrantes se comprometieron además a conducir Haití hacia sus primeras elecciones desde 2016 ya nombrar a un primer ministro al frente de un gobierno interino.
Conille intentó evitar su destitución alegando que el consejo presidencial no tenía potestad para destituirlo y que sólo lo podía hacer un Parlamento, un órgano legislativo del que carece el país.
El cambio de primer ministro abre un nuevo período de incertidumbre en la nación caribeña, que no ha tenido ningún dirigente electo desde el asesinato de Jovenel Moise en 2021, y que lleva décadas sufriendo la violencia pandillera, la pobreza y la inestabilidad política.
La decisión de destituir a Conille, un médico de 58 años que ya había sido primer ministro durante seis meses entre 2011 y 2012, llegó tras semanas de conflicto entre el dirigente y el consejo de transición.
El órgano deseaba cambiar los titulares de los ministerios de Justicia, Finanzas, Defensa y Salud, una decisión rechazada por el primer ministro, según el diario estadounidense Miami Herald.
Conille echó leña al fuego esta semana al enviar una carta al consejo para pedir la dimisión de tres de sus miembros implicados en un escándalo de corrupción.
Mientras los dirigentes haitianos se disputaban el poder, las pandillas han seguido amenazando al estado y a la población.