Fueron miles de personas las que marcharon por el paseo marítimo de Copacabana en Río de Janeiro, Brasil, en el “Desfile del Orgullo LGBTIQ+” que reclamó la unión de fuerzas para construir una sociedad más inclusiva y menos discriminatoria. Bajo el lema “Sumar para fortalecer” la vigésima novena edición de la marcha en la capital carioca reunió, junto a una gran bandera arcoíris y un cielo despejado, a todos los colectivos del movimiento para “exigir y celebrar” derechos fundamentales.
Los diez camiones sonoros que participaron en el desfile resaltaron diferentes causas, desde la protección de la salud de las personas que viven con VIH hasta la inclusión de las trans en un país que es el más letal del planeta para esta minoría.
Sobre los camiones había cantantes, drags y representantes del movimiento como la pareja formada por Toni Reis y David Harrad, una de las primeras en casarse en Brasil tras la decisión de la Corte Suprema en 2011 que legalizó la unión de personas del mismo sexo.
La marcha también se hizo eco de causas no directamente relacionadas con la agenda LGTBI como la preservación del medio ambiente, con el compromiso de reciclar los residuos resultantes de la manifestación.
El desfile pone fin a una semana frenética en Río de Janeiro, que vio pasar a decenas de jefes de Gobierno y de Estado que acudieron a la cúpula del G20 celebrada el lunes y el martes.
El Orgullo de la ciudad de São Paulo, el mayor desfile LGTBI del país con una asistencia que supera el millón de personas, se celebra en junio.