El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tiene en la mira la expulsión masiva de migrantes, situación que puede ser muy dañina para la economía, alertaron los analistas, especialmente en algunos sectores que dependen de esta mano de obra.
Especialmente podrían salir afectadas la agricultura y la construcción, que emplean a cientos de miles de migrantes, muchos indocumentados.
Al menos las autoridades han estimado que existen unos 11 millones de inmigrantes que viven irregularmente en Estados Unidos, la gran mayoría provenientes de México.
El efecto sería todavía más fuerte en otros oficios: “Más del 30%” entre los trabajadores de la mampostería, peluqueros y pintores, y una cuarta parte en el sector de limpieza doméstica, según el informe.
El impacto en el crecimiento provendría principalmente del efecto directo de tener menos trabajadores extranjeros en la producción de bienes y servicios. Y habría una disminución adicional, pero menor, de la producción por un menor consumo de esos grupos.
En dicho escenario la inmigración legal se ubicaría ligeramente por debajo de donde estaba durante la administración de Trump en la era prepandemia, mientras que los esfuerzos de aplicación de la ley y deportación alcanzarían niveles no vistos en décadas.
Según sus proyecciones, 3.2 millones de personas serían deportadas durante el mandato de Trump y la migración neta (entradas vs. salidas) caería de 3.3 millones en 2024 a -740.000 en 2025, impulsada por un fuerte aumento de las salidas voluntarias.
Estimaron que el crecimiento económico para 2028 podría ser un 7.4% inferior a las estimaciones de referencia, “lo que significa crecimiento económico nulo en Estados Unidos durante el segundo mandato de Trump solo por esta política”.
La inflación podría ser 3.5 puntos porcentuales más altos en 2026, ya que quienes contratan aumentarían los salarios para atraer a trabajadores estadounidenses.