El próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ¿es un peligro para México?
Hay muchos que lo consideran así. Creen que el próximo mandatario estadounidense tomará medidas que afectarán gravemente a la economía mexicana.
Que impactará a México, no solo en términos económicos.
Lo afectará –consideran–, en temas migratorios y de seguridad.
Sin embargo, también hay quienes ven en Donald Trump una oportunidad para México.
En este grupo –tanto del ámbito gubernamental como empresarial– creen que México puede sacar ventaja de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, iniciada precisamente por Donald Trump, en su primera gestión como presidente de Estados Unidos.
Consideran que las políticas internas de Trump, darán un nuevo impulso a la economía de su país y, consecuentemente, México se beneficiará.
En este segmento de la población, confían en que la integración comercial entre Estados Unidos y México es tan profunda, que difícilmente corre riesgo.
Las opiniones están divididas entre quienes lo ven como un peligro y entre quienes lo ven como una oportunidad.
Por lo pronto, a dos meses de que tome posesión, Donald Trump ya asestó la primera amenaza no solo en contra de México. También incluyó a Canadá.
Amenaza a ambos países con herramientas comerciales para presionarlos y forzarlos a que atiendan problemas que no tienen que ver con la relación comercial.
Les advirtió que si no detienen el flujo migratorio y de drogas hacia Estados Unidos, les aplicará un arancel del 25% a todas sus exportaciones hacia ese país, hasta que logren detenerlo.
El impacto inmediato en México de las declaraciones de Trump se resintió en el mercado cambiario, con una notable depreciación del peso frente al dólar.
Al día siguiente de la declaración de Trump, vino la respuesta de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
A un arancel, vendrá otro en respuesta, advirtió la Jefa del Ejecutivo de México tras advertir que los gravámenes afectarán a empresas comunes, a consumidores y a ambas economías.
Recordó que entre los principales exportadores de México a Estados Unidos, están General Motors, Stellantis y Ford Motor Company, que llegaron a México hace 80 años.
Sheinbaum le pregunta a su homólogo estadounidense: ¿Por qué ponerles un impuesto que las ponga en riesgo? No es aceptable y causaría, a Estados Unidos y a México, inflación y pérdidas de empleo.
La Presidenta de México le dice a Trump en su carta que no es con amenazas ni con aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas en Estados Unidos.
Finalmente refrenda el convencimiento del gobierno mexicano de que la fortaleza económica de Norteamérica radica en mantener la sociedad comercial, para ser competitivos frente a otros bloques económicos.
La respuesta de Sheinbaum es firme y equilibrada. Veremos qué reacción provoca en el impredecible Trump.
Por otra parte, Sheinbaum informó que enviaría una carta a su homólogo canadiense, Justin Trudeau, en la que le recuerda que las importaciones de vehículos eléctricos de origen chino por parte de Canadá alcanzaron 1,600 millones de dólares; un crecimiento exponencial, mientras que en México el avance ha sido mucho menor.
Le dice que México sí tiene relación con China, pero privilegia al T-MEC.
La misiva al primer ministro canadiense, denota también firmeza y sobre todo, datos y compromisos concretos.
En ese sentido, parece adecuada la estrategia del gobierno de Sheinbaum: no ceder a la presión, argumentar, informar y convencer que el camino es la integración comercial del bloque norteamericano.
El comercio bilateral entre México y Estados Unidos asciende a más de 800,000 millones de dólares.
De esa cantidad, poco más de 500,000 millones de dólares, corresponden a exportaciones de México a Estados Unidos.
Estados Unidos, Canadá y México deberían fortalecer su relación, en lugar de debilitarla.
El gobierno mexicano debe persuadir a Estados Unidos y Canadá que es su socio comercial y no su adversario. Debe convencerlos de que México es parte del bloque norteamericano.
Parece una misión imposible. Sin embargo, hoy más que nunca, se requiere de una estrategia sólida, pero sobre todo, de firmeza en la negociación para lograr convertir el potencial riesgo, en una oportunidad para México. Al tiempo.
Atisbos
Por lo pronto, lo que se observa es un impacto de incertidumbre que se reflejó en la depreciación del peso.
Pero también se reflejó de inmediato en la decisión que tomó la calificadora Moody’s Analytics de revisar a la baja sus proyecciones de crecimiento para México
Debido a su alta exposición a las políticas económicas y migratorias que pretende aplicar a México, Donald Trump, Moody’s Analytics revisó su estimación de crecimiento económico a una tasa de apenas 0.6% para el 2025, desde el 1.3% que prevé para el cierre del 2024.