Las Naciones Unidas lanzaron hoy un llamamiento urgente de tres meses por mil millones de dólares para Turquía para que las agencias humanitarias puedan ayudar a más de 5 millones de personas afectadas por los terremotos catastróficos de la semana pasada, el más grande que azotó el país en un siglo.
Más de 9 millones de personas en Turquía se han visto directamente afectadas por el desastre único en una generación, con más de 35.000 personas que han perdido la vida hasta el 15 de febrero, según el gobierno turco.
Los terremotos se produjeron en el punto álgido del invierno, dejando a cientos de miles de personas, incluidos niños pequeños y ancianos, sin acceso a refugio, alimentos, agua, calefacción y atención médica a temperaturas bajo cero. Unos 47.000 edificios han sido destruidos o dañados, y miles de personas han buscado refugio en albergues temporales en Turquía.
Escuelas, hospitales y otros servicios esenciales han sido dañados o destruidos por los terremotos. Muchas familias han sido separadas, con cientos de niños ahora huérfanos o que no pueden reunirse con sus padres.
Además, Turquía alberga el mayor número de refugiados del mundo. Más de 1,74 millones de refugiados viven en las 11 provincias afectadas por los terremotos, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
La ONU está coordinando las operaciones de miles de personas de búsqueda y rescate en las provincias de Adiyaman, Gaziantep, Hatay, Kahramanmaraş y Malatya, y las organizaciones humanitarias han comenzado operaciones de socorro en las áreas más afectadas, en apoyo de la respuesta dirigida por el Gobierno.
La ONU y sus socios están entregando comidas calientes, alimentos, tiendas de campaña, ropa de invierno abrigada, mantas, colchones y juegos de cocina a las personas necesitadas y enviando suministros médicos y personal a las áreas afectadas. Se está brindando apoyo psicosocial y se están estableciendo espacios acogedores para los niños y espacios seguros para las mujeres.
La financiación del nuevo llamamiento de hoy se destinará a 5,2 millones de personas. Los recursos permitirán que las organizaciones de ayuda aumenten rápidamente sus operaciones para apoyar los esfuerzos de respuesta liderados por el gobierno en áreas que incluyen seguridad alimentaria, protección, educación, agua y refugio.