La misión de la ONU en Afganistán instó a los gobernantes talibanes del país a aceptar obligaciones globales de derechos humanos para la protección y prosperidad de las generaciones futuras.
El llamado de la misión surge tras la creciente alarma por la suspensión de la educación y capacitación médica para mujeres y niñas.
Las autoridades no han confirmado la suspensión ni respondido a los informes, que decían que el líder talibán Hibatullah Akhundzada ordenó a las instituciones educativas que dejaran de ofrecer cursos de medicina para mujeres.
La misión de la ONU dijo que el tema del Día Internacional de los Derechos Humanos de este año enfatizó cómo los derechos empoderan a las personas para construir un futuro mejor.
El historial de derechos humanos de las autoridades estuvo especialmente marcado por su discriminación sistemática contra mujeres y niñas, que están excluidas de la mayoría de las áreas de la vida diaria y pública, incluida la educación y el trabajo, según la misión.
“Si a los afganos, en particular a las mujeres y las niñas, se les siguen negando sus derechos, esto constituye una falta clara e intencional de proteger y ser responsables del bienestar de todos los que viven en Afganistán”, dijo Fiona Frazer, representante de la ONU. Alto Comisionado para los Derechos Humanos en Afganistán.
Las autoridades rechazan habitualmente las críticas a sus políticas, calificándolas de interferencia o inconsistentes con la realidad sobre el terreno.
El principal portavoz del gobierno, Zabihullah Mujahid, dijo que la prueba de los derechos humanos del país se podía ver en el reducido número de víctimas.
Muhajid, sin hacer referencia a la declaración de la ONU, dijo que los tribunales y otras instituciones estaban al servicio de todos los afganos para ayudarlos a resolver disputas o dificultades.
Los derechos de las personas se perdieron durante la guerra y ahora fueron restablecidos, dijo Mujahid al medio estatal RTA.
En un clip de audio publicado en X, dijo que los países deberían ver los derechos humanos desde la perspectiva del Islam, la cultura y las creencias afganas. Dijo que no tenía principios que un país impusiera su cultura y sus valores a otro.
“Tenemos nuestra religión, tenemos nuestras creencias, tenemos nuestra cultura”, dijo Mujahid en el vídeo. “Podemos definir nuestros derechos y reconocer nuestras obligaciones en el respeto de estos derechos”.
El Ministro del Interior, Sirajuddin Haqqani, dijo que si bien era responsabilidad del gobierno implementar la voluntad de Dios en Afganistán, el Islam no debería ser representado ni monopolizado de una manera que excluya a las personas que no están de acuerdo con los funcionarios.
Los gobernantes no deberían imponer su voluntad a los demás, dijo a la gente en una madraza en Kabul, y sus últimos comentarios parecen proyectarle un lado más suave y pragmático.