El organismo de vigilancia global de armas químicas abrió una reunión de emergencia para discutir la situación en Siria debido a las preocupaciones sobre el arsenal de sustancias químicas tóxicas del país tras el derrocamiento del presidente Bashar al Assad.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas dijo el lunes a Siria que tiene la obligación de cumplir con las normas para salvaguardar y destruir sustancias peligrosas, como el gas de cloro, después de que los rebeldes ingresaron a la capital, Damasco, durante el fin de semana.
“Las armas químicas se han utilizado en Siria en múltiples ocasiones y las víctimas merecen que los perpetradores que identificamos sean llevados ante la justicia y respondan por lo que hicieron y que las investigaciones continúen”, dijo Fernando Arias González, secretario general de la OPAQ, en sus comentarios inaugurales.
“Nuestros informes de los últimos años han llegado a conclusiones muy claras y esperamos que las nuevas circunstancias en Siria permitan cerrar pronto este capítulo”, añadió, refiriéndose a la falta de declaraciones sobre arsenales y al uso de las propias armas.
El gobierno de Assad ha negado el uso de armas químicas, pero la OPAQ encontró pruebas que indican que Siria las ha utilizado repetidamente en la agotadora guerra civil. A principios de este año, la organización descubrió que el grupo Estado Islámico había utilizado gas mostaza contra la ciudad de Marea.
En una medida poco habitual, el consejo ejecutivo de la OPAQ convocó la reunión, con la esperanza de que, bajo un nuevo gobierno, a algunos de sus 80 inspectores se les permita realizar investigaciones sobre el programa de armas químicas de Siria.
Los miembros del derrocado gobierno sirio planean transferir gradualmente el poder a un nuevo gabinete de transición encabezado por Mohammed al-Bashir, quien, según se informa, encabezó el “gobierno de salvación” de la alianza rebelde en su bastión del suroeste de Siria.
La última vez que la OPAQ convocó una reunión extraordinaria fue en 2018, en respuesta al ataque químico en Duma, una ciudad cercana a Damasco, donde unas 40 personas murieron por gas venenoso. El año pasado, el organismo de control descubrió que las Fuerzas Armadas sirias lanzaron botes de gas cloro durante una importante operación militar.
Siria se unió a la OPAQ en 2013 para protegerse de la amenaza de ataques aéreos en respuesta a un ataque químico en las afueras de Damasco.
Los 193 estados miembros de la OPAQ están obligados a revelar sus programas de armas químicas y desmantelarlos. La organización, creada en 1997 por la Convención sobre Armas Químicas, busca eliminar todas las armas químicas. En 2013, recibió el Premio Nobel de la Paz por su trabajo.