No hay duda de que el presidente Trump representa una amenaza para México, pero por encima de esto, representa una amenaza para el futuro del planeta. El sacar a EU del Acuerdo de París sobre el cambio climático y de la Organización Mundial de la Salud, es una amenaza a la supervivencia del planeta y de la humanidad. Estados Unidos junto con China son los países que más contaminan y sin el compromiso de ellos para reducir los gases de efecto invernadero, el esfuerzo mundial no será suficiente para reducir el calentamiento global. Su decisión de darle prioridad a la producción de petróleo y a la producción de autos de gasolina es una amenaza a todo el esfuerzo mundial por reducir el consumo de combustibles fósiles.
El salirse de la Organización Mundial de la Salud, en un mundo donde la amenaza de pandemias está presente todos los días, es una amenaza real a la salud de toda la humanidad. Trump es un loco, rodeado de locos y elegido por un pueblo que sabe que es un loco.
Es difícil entender cómo un loco como Trump puede llegar por segunda ocasión a la presidencia de EU siendo un hombre que apoya la discriminación, misógino, un defraudador fiscal y un delincuente y cómo pudo regresar después de que fue derrotado y expulsado de la presidencia en 2020. Su triunfo refleja el conservadurismo e ignorancia de más de la mitad del pueblo norteamericana.
Su acto de protesta fue grotesco, desde el sombrero de boy scout de su esposa, hasta un discurso hueco, en donde, sólo con palabras y sin decir cómo, ofrece poner a EU a la cabeza del mundo. No es con palabras y mucho menos amenazando a los indocumentados, poniendo aranceles, recuperando el canal de Panamá o cambiándole el nombre al Golfo de México, como EU va a recuperar la grandeza que según él ha perdido. Estados Unidos sigue siendo la primera economía del mundo y su grandeza se debe en mucho a la apertura que ha tenido con el resto del mundo, no entiende que cualquier país que se cierra tiende a la larga a rezagarse y eso es lo que Trump va a provocar con EU.
En el caso de México, Trump está reaccionando a la irresponsabilidad de López Obrador de no perseguir a los cárteles, a su fracaso en seguridad, a su negativa a reconocer que en México se producen pastillas de fentanilo y a una invitación, en los primeros años de su gobierno, a los habitantes de los países de Centroamérica. Lo mismo pasa con los aranceles, permitió en los últimos años una apertura a los productos chinos, que nos llevó a un déficit comercial con ese país que contrasta con el superávit que tenemos con EU.
Pienso que México puede salir bien parado de las amenazas de Trump si dejamos de lado la política de abrazos y no balazos, si el gobierno lucha en serio contra los cárteles y el tráfico de drogas hacia EU, sobre todo reconociendo que en nuestro país se producen las pastillas de fentanilo.
Si realmente queremos ser parte de la economía de Norteamérica, tenemos que dejar de andar jugando con China. Parece que la presidenta, Claudia Sheinbaum, ya entendió eso y ha modificado en los hechos la estrategia de seguridad y el combate a la delincuencia organizada, con el decomiso de 500,000 dosis de fentanilo aceptó de facto que fueron producidas en México y con los decomisos de productos chinos puso un alto a las importaciones ilegales de ese país. Trump es un riesgo para todos los países del mundo y para el planeta, un loco que por desgracia es el hombre más poderoso del mundo.