TRENDING

Europa también necesitaría producir unas 2,000 municiones merodeadoras de largo alcance al año para poder contrarrestar las capacidades de Rusia.

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y su reciente acercamiento a las tesis de Vladimir Putin en detrimento de sus aliados tradicionales europeos ha contribuido a reavivar el debate sobre la necesidad de que Europa sea capaz de defenderse a sí misma frente a la amenaza que plantea Rusia sin contar con el respaldo de Estados Unidos.

Un análisis elaborado por los ‘think-tank’ Bruegel e Instituto Kiel ha puesto cifras a lo que supondría para los países europeos, sumando a la UE y Reino Unido, asumir por sí solos su defensa. Así, los expertos de ambos centros estiman que sería necesarios unos 300,000 efectivos.

Esta cifra es el resultado de quitar de la ecuación a los 100.000 soldados que Estados Unidos tiene desplegados en el continente europeo y los 200.000 efectivos que estiman que Washington podría hacer llegar con rapidez a Europa en caso de que se produjera un ataque por parte de Rusia contra un miembro de la OTAN.

Este incremento en el número de efectivos, explica el informe consultado por Europa Press, debería centrarse en fuerzas mecanizadas y blindadas para reemplazar a las unidades pesadas de Estados Unidos y se traduciría en 50 nuevas brigadas europeas.

Además de tener que reclutar y entrenar a los 300,000 efectivos, estos necesitarían ser equipados, según las estimaciones de los institutos Bruegel y Kiel, con al menos 1,400 tanques y 2,000 vehículos de infantería, muy por encima del stock actual que tienen las fuerzas terrestres de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido juntas.

Europa también necesitaría producir unas 2,000 municiones merodeadoras de largo alcance al año para poder contrarrestar las capacidades de Rusia. El informe destaca que en 2024 Moscú incrementó en un 220% su producción de tanques, en un 150% la de vehículos blindados y en un 435% la de munición merodeadora de largo alcance.

La estimación inicial que hacen en el informe es que habría que aumentar en el corto plazo en unos 250.000 millones de euros (262, 234 millones de dólares) anuales el gasto en defensa, pasando de alrededor del 2% del PIB actual a un 3.5%.

De acuerdo con los datos del Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), en 2024 los países europeos –los Veintisiete más Reino Unido– contaban con 1,47 millones de efectivos militares en sus fuerzas armadas. Sin embargo, según advierte el análisis de Bruegel y Kiel, no existe un mando unificado que les coordine.

Ambos ‘think-tank’ sostienen que los 250,000 millones de euros “podrían dividirse a partes iguales entre la UE y el gasto nacional, facilitando tanto una adquisición conjunta sustancial como un gasto militar nacional sustancial”. Para afrontar a los problemas morales que pueda suponer para algunos países esta cuestión, plantean que aquellos que “no gasten más en defensa nacional recibirían menos del bote común”.

En cuánto a dónde sacar los fondos necesarios, apuestan por “financiarlos mediante deuda a corto plazo tanto por razones políticas como económicas”. Una solución sería recabar 125,000 millones de euros anualmente los próximos cinco años a nivel de la UE, mientras los Estados miembro se comprometen de forma gradual a aumentar su parte no financiada por deuda del gasto en ese periodo.

Portada de hoy:

Edición Digital:

Más reciente:

Mediante su cuenta de X el presidente de #Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró …

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, indicó que a partir de …

Este día, el presidente estadounidense Donald J. Trump, ordenó suspender temporalmente toda …

Para el subjefe de gabinete y asesor de seguridad interior de la Casa Blanca, Stephen Miller, la crisis fronteriza no es únicamente un problema de seguridad nacional sino una misión militar.