El ahora primer ministro se reunirá con el presidente francés Emmanuel Macron en París.
Mark Carney, el nuevo primer ministro canadiense se dirige a París y Londres para buscar alianzas mientras enfrenta los ataques del presidente estadunidense Donald Trump a la soberanía y la economía de Canadá.
Se encuentra haciendo su primer viaje al extranjero intencionadamente a las capitales de los dos países que moldearon la existencia temprana de Canadá.
Destacó que el país se construyó sobre la base de tres pueblos: francés, inglés e indígena, y afirmó que Canadá es fundamentalmente diferente de Estados Unidos y “nunca, jamás, de ninguna manera, será parte de los Estados Unidos”.
El factor Trump es la razón del viaje. El factor Trump se cierne sobre todo lo demás con lo que Carney debe lidiar”, explicó Nelson Wiseman, profesor emérito de la Universidad de Toronto.
Carney se reunirá con el presidente francés Emmanuel Macron en París y luego viajará a Londres para sentarse con el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, en un esfuerzo por diversificar el comercio y quizás coordinar una respuesta a los aranceles de Trump.
Además se reunirá con el rey Carlos III, el jefe de Estado en Canadá. El viaje a Inglaterra es un poco un regreso a casa, ya que Carney es un exgobernador del Banco de Inglaterra, el primer no ciudadano en ser nombrado para el cargo en la historia de más de 300 años del banco.
Para despúes viajar a la frontera del Ártico canadiense para reafirmar la seguridad y soberanía del Ártico canadiense antes de regresar a Ottawa, donde se espera que convoque a elecciones en pocos días.
Carney ha dicho que está listo para reunirse con Trump si este muestra respeto por la soberanía canadiense. Dijo que no planea visitar Washington en este momento, pero espera tener una llamada telefónica con el presidente pronto.
Los aranceles generales del 25% y los comentarios de Trump sobre convertir a Canadá en el 51.º estado han enfurecido a los canadienses, y muchos están evitando comprar productos estadounidenses cuando pueden.
Además el gobierno de Carney está revisando la compra de aviones de combate F-35 fabricados en Estados Unidos a la luz de la guerra comercial de Trump.