Miles de personas se han concentrado este domingo en la plaza de Syntagma, en el centro de Atenas, capital de Grecia, para mostrar su indignación por la colisión de dos trenes ocurrida la noche del martes cerca de la ciudad de Larisa que dejó decenas de muertos y heridos.
Se estima que unas 12.000 personas participan en la marcha multitudinaria, que engloba a sindicatos, asociaciones educativas y otras organizaciones sociales, detalla el canal local ERT.
Pese a la huelga de 24 horas declarada por los trabajadores del sector eléctrico y del metro, los trenes funcionan con normalidad. Sin embargo, los ferrocarriles de cercanía no circulan durante este fin de semana debido a otra huelga declarada por la Unión de Trabajadores del sector.
Durante la protesta, se han registrado incidentes con lanzamiento de cocteles Molotov, a los que los agentes respondieron con granadas aturdidoras. Las tensiones comenzaron en una parte de la plaza Syntagma y se extendieron por toda la zona tras dividirse en grupos los manifestantes. Se detalla que unos desconocidos con fusiles fueron vistos cerca de un hotel en el área y se dirigían al Monumento al Soldado Desconocido.
En medio de los disturbios, siete policías resultaron heridos, mientras cinco individuos fueron arrestados. También, se incendió una excavadora del Ayuntamiento local.
Entretanto, se han completado las labores de peritaje para identificar a las 57 víctimas mortales que perdieron la vida en el choque entre un ferrocarril de carga y otro de pasajeros que se dirigía a la ciudad de Salónica desde Atenas y que circulaba por la misma vía. Hasta ahora, se han podido identificar a 55 personas.
Cinco personas siguen hospitalizadas en cuidados intensivos, incluida una mujer de 20 años, la única sobreviviente de entre los pasajeros que viajaban en el primer vagón. Su estado es crítico, pero estable. Asimismo, otras dos personas reciben tratamiento en los hospitales de Salónica, recoge la prensa local.
El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, declaró el miércoles que la colisión se debió a “un trágico error humano”. Por su parte, la Policía detuvo al jefe de la estación de Larisa, cuyo nombre no fue revelado, en relación con la tragedia. El arrestado reconoció su responsabilidad por el accidente y comparecerá ante un tribunal por cargos de homicidio involuntario por negligencia. En caso de ser declarado culpable, se enfrenta a una pena de entre 10 años de cárcel y cadena perpetúa.
En el momento del choque contra el tren de carga en las inmediaciones de Larisa, el tren de pasajeros de Hellenic Train, que cubría la ruta entre Atenas y Salónica, transportaba a 352 personas, muchos de ellos estudiantes que regresaban de las celebraciones por el carnaval. Diez personas eran miembros de la tripulación, mientras en el tren de carga había dos tripulantes.
Los primeros vagones quedaron completamente destruidos, mientras que otros se salieron de las vías. Producto del impacto de los trenes que iban a gran velocidad también se desató un incendio.