Cualquier intento por parte de EE.UU. de derribar un misil intercontinental norcoreano en el océano Pacífico será considerado por Pionyang como una “clara declaración de guerra”. Así lo anunció este martes Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, en un comunicado publicado en la web de la agencia estatal KCNA.
Sus declaraciones se realizaron luego del reporte de la prensa surcoreana en el que se citaban las advertencias de John Aquilino, comandante del Comando del Indo-Pacífico de EE.UU., contra el Norte. El alto mando notificó que si Corea del Norte disparase un misil balístico intercontinental en dirección hacia el Pacífico, Washington lo interceptaría de inmediato.
“El océano Pacífico no pertenece al dominio ni de EE.UU. ni de Japón”, destacó Kim que se desempeña como subdirectora del departamento del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea. “Es muy interesante ver como EE.UU., cuyas fuerzas realizan con frecuencia los lanzamientos de prueba de armas estratégicas en el Pacífico todos los años como si el océano fuera su patio, respondería si un tercer país intenta interceptarlos con el motivo de contrarrestarlos”, aseveró.
“Se considerará como una clara declaración de guerra contra Corea del Norte, en caso de que se lleve a cabo una respuesta militar como la interceptación contra nuestras pruebas de armas estratégicas que se llevan a cabo sin que sean perjudiciales para la seguridad de los países vecinos en mar abierto y aire que no pertenecen a la jurisdicción de EE.UU.”, señaló.
En ese contexto, Washington y Seúl realizaron este lunes ejercicios aéreos en el mar Amarillo, en donde se desplegó el bombardero B-52H, capaz de llevar armas nucleares. Según militares del Sur, esta acción “muestra la capacidad y la postura decidida y abrumadora de la alianza de disuadir y responder las crecientes amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte”.
El bombardero fue desplegado en vísperas de las maniobras a gran escala denominadas Escudo de la Libertad (Freedom Shield, en inglés), que tendrán lugar del 13 al 23 de marzo, y están diseñadas para “reforzar las capacidades de defensa y respuesta de los aliados, centrándose en aspectos como el cambiante entorno de seguridad, la agresión de Corea del Norte y las lecciones aprendidas de guerras y conflictos recientes”, según el portavoz de las Fuerzas de EE.UU. en Corea del Sur (USFK, por sus siglas en inglés), el coronel Isaac Taylor.
Por su parte, Pionyang acusó a EE.UU. de “continuar agravando intencionalmente la situación en la península de Corea y la región”. “El peligro de una guerra nuclear en la península de Corea está pasando de un escenario imaginario a uno realista debido a las acciones irresponsables de EE.UU. y Corea del Sur”, comunicó el Ministerio de Exteriores norcoreano.