Los beneficios de la gigante petrolera Saudi Aramco alcanzaron los 161.000 millones de dólares el año pasado debido a un impulso en los precios del crudo, según reportó la compañía el domingo. Era un resultado récord para una firma energética crucial para la economía del reino.
La empresa, conocida oficialmente como Saudi Arabian Oil Co., indicó en su reporte anual que se trataba de “sus beneficios anuales más grandes como compañía cotizada”. Los precios de la energía subieron después de que Rusia lanzara su guerra en Ucrania en febrero de 2022, ya que las sanciones limitaron la venta del gas y el petróleo ruso en los mercados occidentales.
Aramco también confía en aumentar su producción para aprovechar la demanda del mercado, lo que ayudaría a recaudar los miles de millones necesarios para costear los planes del príncipe heredero, Mohammed bin Salman, de desarrollar ciudades futuristas y reducir la dependencia del petróleo en el país.
Sin embargo, hay una creciente preocupación internacional porque la quema de combustibles fósiles acelere el cambio climático.
La compañía ganó 49.000 millones de dólares en 2020, cuando el mundo sufría el apogeo de los confinamientos contra la pandemia del coronavirus y los precios del crudo bajaron brevemente.
Aramco estimó su producción de crudo en unos 11,5 millones de barriles diarios en 2022 y dijo que esperaba alcanzar los 13 millones de barriles al día para 2027. Para impulsar esa producción, esperaba dedicar hasta 55.000 millones de dólares a proyectos este año.
Aramco también anunció un dividendo de 19.500 millones de dólares para el cuarto trimestre de 2022, que se pagaría el primer trimestre de este año.
Esos precios más altos han tensado aún más las relaciones entre el reino y Estados Unidos, un garante tradicional de la seguridad en los estados del Golfo Pérsico, en medio de tensiones con irán.
Sin embargo, antes de las elecciones estadounidenses de media legislatura en noviembre, Riad dijo que Washington había pedido aplazar una decisión de la OPEP y sus aliados, incluida Rusia, sobre un recorte de producción para mantener los precios de la gasolina más bajos para los votantes.
Esa revelación dejó al descubierto negociaciones regionales que normalmente se mantienen en privado.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió al reino que “habría consecuencias por lo que han hecho” en cuanto a los precios del crudo. Sin embargo, esas consecuencias aún no se han producido. Arabia Saudí e Irán acudieron a China el viernes para alcanzar un acuerdo diplomático.
Entre tanto, los precios de la gasolina en Estados Unidos están ahora en una media de 3,47 dólares el galón, apenas un dólar por debajo del año pasado.
Para el reino, los precios más altos del petróleo pueden ayudar a financiar los sueños del príncipe Mohammed, como su futurista ciudad en el desierto, un proyecto de 500.000 millones de años llamado Neom.
Sin embargo, también chocan con los temores de los activistas contra el cambio climático, especialmente con vistas a las negociaciones climáticas de Naciones Unidas, que comienzan su cumbre COP28 en noviembre en los vecinos Emiratos Árabes Unidos. Arabia Saudí ha prometido alcanzar las emisiones neutras de dióxido de carbono para 2060, como China y Rusia, aunque su plan para lograrlo aún no está claro.
Se calcula que el petróleo y el gas producidos por Aramco son responsables de más del 4 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero desde 1965 y, según un estudio, representaron alrededor del 4,8 % de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 2018, la mayor de cualquier empresa de petróleo y gas, afirmó AI.