Con La ley de Herodes, Luis Estrada abrió la brecha para una serie de películas que dejaron un testimonio del ejercicio del poder en este país; 24 años después, el cineasta está de regreso en las salas de cine con una nueva historia, esta vez, enfocada en señalar la polarización e intolerancia del mexicano. ¡Que viva México! estrena este 23 de marzo.
“La película es divertida, pero también polémica y provocadora; es incorrecta políticamente y habla del tema que nos está devorando a todos como país, que nos está carcomiendo; en todas las familias hay polarización, porque unos creen que López Obrador es el mejor presidente del mundo y otros creen que es satanás”, comentó Luis Estrada
¡Que viva México! cuenta la historia de Pancho Reyes (Alfonso Herrera), un hombre que vuelve a su pueblo de origen para reclamar la herencia de su abuelo, situación que lo pone en conflicto con su familia, interesada en quitarle su fortuna de lingotes de oro. La película, a decir de su protagonista, es una metáfora de lo que es este país y sus habitantes.
“Pancho es como los mexicanos, refleja una parte de la sociedad mexicana, cuando leí el guion lo platicaba mucho con Luis, le decía “es que creo que Pancho puede ser esto” y Luis solo me veía con ojos de “no acabas de entender por dónde va”, hasta que me cayó el veinte y le dije claro, “Pancho somos todos” y Luis me dijo “bingo”, explicó Alfonso Herrera.
Desde los inicios de su carrera como director, Estrada entregó sus personajes protagónicos a Damián Alcázar, no solo los correspondientes a la pentalogía de La ley de Herodes, Un mundo maravilloso, El infierno, La dictadura perfecta y ahora ¡Que viva México!, su relación laboral y amistosa se remonta a varios años atrás, con Bandidos, la cual filmaron en 1991.
Y no solo Pancho, cada uno de los personajes que conforman la familia Reyes representan los estereotipos del mexicano, “el resto de los personajes son esa representación de los mexicanos, pero no todos somos la beata, no todos somos el sacerdote, no todos somos el político o el borracho, pero Pancho sí somos todos y de eso va la crítica”, agregó el actor.
La película hace referencia a la fábula de los cangrejos mexicanos metidos en una cubeta, en la que, si uno intenta salir, los demás lo jalan para impedirlo. Pero la historia no sólo lanza una crítica directa a esta lastimosa realidad social, también es una sátira de la religión y de lo que ocurre con la esfera política, como suele ser con cada filme que Luis presenta.
Cuando Ana de la Reguera recibió el guión de ¡Que viva México! pensó de inmediato en cumplir un sueño: trabajar con Luis Estrada. A pesar de tener en puerta el rodaje de su serie autobiográfica, la actriz puso una pausa a su proyecto personal y volvió a México para dar vida a Mari, la esposa de Pancho, aunque no era el rol para el cual fue convocada de inicio.
Después de negociar con Netflix los derechos de distribución de su película ¡Que viva México! Luis Estrada encontró al aliado perfecto que a partir del 23 de marzo hará posible que su sátira social y política llegue a las salas de cine. Sony adquirió los derechos de exhibición cinematográfica a nivel nacional con presencia en más de 3 mil pantallas.