Los estudiantes de Estados Unidos que van de vacaciones en primavera, conocidos como springbreakers, llegan en manada al Caribe mexicano a pesar de las alertas de Washington para viajar al vecino del sur debido a una ola de ataques a ciudadanos de ese país.
Las playas de Cancún lucían desde el viernes plagadas de jóvenes, que lo mismo tomaban el sol que se metían al apacible mar azul turquesa, aunque manchado por el sargazo.
Los estudiantes de Estados Unidos que van de vacaciones en primavera, conocidos como springbreakers, llegan en manada al Caribe mexicano a pesar de las alertas de Washington para viajar al vecino del sur debido a una ola de ataques a ciudadanos de ese país.
Las playas de Cancún lucían desde el viernes plagadas de jóvenes, que lo mismo tomaban el sol que se metían al apacible mar azul turquesa, aunque manchado por el sargazo.
“Mis padres estaban muy nerviosos de que viniera aquí, pero les dije que estaba bien, porque tenía a mi amiga conmigo, si nos quedábamos juntas, creo que está bien”, dijo Sophia Taylor, de 21 años y originaria de Indiana.
Quintana Roo, donde se encuentra Cancún, y otros destinos turísticos como Tulúm y la Riviera Maya, es catalogado entre los de riesgo y esta semana fue objeto de una observación particular ante las vacaciones de los universitarios.
La advertencia subraya la inseguridad, sobre todo al caer la noche, y las afectaciones a la salud que pueden causar el consumo de drogas o alcohol adulterado.
Pero Luis, un estadunidense que viaja acompañando a un grupo de universitarios, no encuentra mayores motivos para inquietarse.
“La seguridad está muy bien. Aquí hay policías y todo, hay como miles de personas ahorita, comiendo, bebiendo en la playa, todo está muy seguro, no pasa nada”, dijo.
En efecto, los turistas conviven en la playa y en los centros nocturnos con numerosos elementos de la Semar recorren los sitios turísticos portando su traje de campaña y armas largas.