Más de 50 familias sin hogar se han instalado en carpas en un popular destino turístico de la costa de Australia. Este asentamiento, ubicado en la localidad de Moruya (Nueva Gales del Sur), refleja la creciente crisis habitacional que padecen una parte de los australianos.
“Estoy tan avergonzada. Mi hija se merece algo mejor de lo que puedo darle”, manifestó Kelly, una de las residentes del campamento North Head, citada por medios locales. En el lugar no hay agua corriente ni electricidad y hay ratones y serpientes por las noches.
Por su parte, Cassey y sus dos hijos, de dos y cuatro años, no tienen hogar desde julio del año pasado, cuando la familia no pudo hacer frente a un alquiler. Desde entonces viven en alojamientos temporarios con la esperanza de recibir ayuda.
“Solo quiero que mis hijos crezcan felices y saludables y sepan que tienen un lugar donde dormir todas las noches”, afirmó la mujer, que teme que pronto termine viviendo en el campamento North Head.
“Estamos viendo una nueva clase de personas sin hogar llamadas trabajadores pobres, que tienen trabajos de tiempo completo pero simplemente no pueden encontrar alquileres asequibles a largo plazo en su área”, explicó Lachlan Fuzzard, de la organización sin fines de lucro The Family Place.
Entre las causas de la crisis habitacional en la zona se encuentran los incendios forestales de 2019, que destruyeron 501 casas, de las que solo fueron reconstruidas 122. Además, la pandemia del covid-19 provocó una explosión demográfica en las pequeñas localidades turísticas a medida que la gente abandonaba las ciudades, lo que hizo subir los alquileres y los precios de la vivienda.