Como ya sucedió más temprano en el año con el boxeo, la Federación Internacional de Esgrima (FIE) ha suscitado fuertes reacciones en el deporte internacional con la decisión de autorizar el retorno a sus competiciones de rusos y bielorrusos, una medida efectiva a partir de la segunda mitad de abril.
La reacción más inmediata ha sido la renuncia de Alemania, Suecia y Finlandia a organizar sendas competiciones y se espera una acción similar por parte de Polonia, donde entraría en vigor la medida. Previo a la decisión de la FIE, Poznan estaba prevista para albergar la Copa del Mundo el mes que viene.
De momento no se ha confirmado si el país europeo se mantiene en pie como la sede el evento deportivo.
Al tiempo, la federación ucraniana ha anunciado que no participará en las competiciones en las competiciones en las que se admita a esgrimistas de Rusia, país invasor de Ucrania, y de su aliado Bielorrusia.
El presidente de la FIE es el oligarca Alishr Usmanov, aunque se autosuspendió de funciones tras ser uno de los empresarios sancionados por la Unión Europea por la invasión de Ucrania. El griego Emmanuel Katsiadakis ocupa el cargo de forma interina.
Bajo su mandato, un congreso extraordinario de la FIE aprobó el pasado 10 de marzo por amplia mayoría la readmisión en las competiciones de esgrima de los deportistas individuales, los equipos, los árbitros y directivos de ambos países.
La primera competición en la podría participar sería la de Polonia, país fronterizo con Ucrania que organizará también en junio los III Juegos Europeos. En esta cita no participarán ni rusos ni bielorrusos a pesar de que la Asociación de Comités Olímpicos del continente (COE) apoya la decisión del COI de estudiar su readmisión como neutrales.
Las asociaciones continentales de Asia y de África ya han votado a favor de la readmisión. De hecho, la inclusión de rusos y bielorrusos en los Juegos Asiáticos de septiembre en Hangzhou (China) es una de las vías estudiadas para facilitar su clasificación a los Juegos Olímpicos de Paris 2024, de ser aprobado por el COI.
Desde el pasado jueves se disputan en Nueva Delhi los campeonatos del mundo femeninos de boxeo, en el que participan rusas y bielorrusas. Como la federación de esgrima, la de boxeo está también presidida por un ruso, Umar Kremlev.
Países como Ucrania, Estados Unidos, Gran Bretaña e Irlanda renunciaron a competir como medida de protesta.
Este conflicto, que el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, ha definido en varias ocasiones como un callejón sin salida, fue estudiado la semana pasada por el nuevo Comité Asesor del organismo olímpico para Derechos Humanos, que se reunió por primera vez.
Este grupo de trabajo “tuvo ocasión de escuchar la opinión de la Relatora Especial de la ONU sobre Derechos Culturales en torno a la situación de los deportistas con pasaporte ruso o bielorruso en el contexto de la guerra ilegal que Rusia libra contra Ucrania”.