El presidente estadounidense, Joe Biden, observa “un punto de inflexión” en favor de la democracia en el mundo que impulsará con casi 700 millones de dólares, durante una cumbre este miércoles en la que destacó progresos pese a la influencia de China.
Después de las críticas de que la primera Cumbre por la Democracia estuvo demasiado centrada en Estados Unidos, Biden nombró como coanfitriones para esta segunda edición a dirigentes de países de los cinco continentes: Costa Rica, Países Bajos, Corea del Sur y Zambia.
Biden elogió un “punto de inflexión para nuestro mundo hacia una mayor libertad, una mayor dignidad y una mayor democracia”.
Su optimismo contrasta con el último informe anual del Instituto V-Dem, con sede en Suecia, que concluyó que los avances globales en democracia de los últimos 35 años habían sido erradicados.
Freedom House, un grupo de investigación respaldado por Estados Unidos, también estima que la democracia se deterioró el año pasado, pese a una serie de puntos positivos.
En la cumbre, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que el mundo atraviesa una “conmoción dramática” en la que los valores democráticos están “bajo ataque”, y puso como ejemplo las restricciones a los medios y los defensores de los derechos humanos.
Pero Biden ve progresos, como los planes anticorrupción en la República Dominicana y Croacia, los esfuerzos de Angola por construir un poder judicial independiente y, en Estados Unidos, el rechazo de los votantes en las elecciones legislativas de noviembre a los candidatos que niegan los resultados de las presidenciales de 2020, en las que el demócrata se impuso al republicano Donald Trump.
Pero Biden ve progresos, como los planes anticorrupción en la República Dominicana y Croacia, los esfuerzos de Angola por construir un poder judicial independiente y, en Estados Unidos, el rechazo de los votantes en las elecciones legislativas de noviembre a los candidatos que niegan los resultados de las presidenciales de 2020, en las que el demócrata se impuso al republicano Donald Trump.
Para “mantener el impulso”, Biden anunció 690 millones de dólares para promover la democracia en el extranjero.
El dinero se destinará a financiar elecciones libres, promover medios de comunicación independientes y fortalecer la acción contra la corrupción. En la primera prometió 424 millones.
Para esta cumbre, virtual en su mayor parte, el presidente estadounidense invitó a 121 líderes, incluidos los primeros ministros de Israel e India pese a las acusaciones de creciente autoritarismo que pesan sobre ellos.