Contra todo pronóstico, cuando las apuestas eran si la extrema derecha iba a ganar por mayoría absoluta o no, la izquierda se impuso en la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas y cerró el paso al primer gobierno ultraderechista de la historia.
El Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierda ha quedado en primer lugar en las elecciones legislativas francesas de este domingo, con el mayor grupo parlamentario en la Asamblea Nacional, según varios institutos de sondeos.
El NFP obtiene entre 160 y 215 diputados, mientras que el bloque macronista logra de 150 a 180 y la ultraderecha de Marine Le Pen queda relegada a la tercera posición, con 115-152 escaños, de acuerdo a los cuatro principales institutos demoscópicos.
Esas cifras suponen una sorpresa después de que la ultraderecha ganó de forma holgada la primera vuelta, con el 33.15% de los votos, y seguía en cabeza en los sondeos y en las últimas proyecciones de escaños que se divulgaron hasta el viernes, último día de la campaña.
En cualquier caso, ningún partido o coalición de partidos ha logrado la mayoría absoluta, por lo que empieza el baile de negociaciones.
El líder de la izquierda radical francesa, Jean-Luc Mélenchon, exigió este domingo al presidente, Emmanuel Macron, el nombramiento de un primer ministro de la alianza de izquierdas, pese a que no cuenta con mayoría absoluta (289 escaños).
En un discurso pronunciado ante centenares de personas reunidas en la capital para celebrar la victoria de la izquierda, Mélenchon consideró un “alivio” que no se haya producido la victoria anunciada de la extrema derecha.
Pero también consideró que los resultados “confirman la derrota del presidente y de su coalición” y le pidió que “no intente escapar de esa derrota con subterfugios”.
El líder de la izquierda contestataria aseguró que el jefe de Gobierno tiene que ser del Nuevo Frente Popular, la coalición de izquierdas que su partido, la radical La Francia Insumisa, formó con socialistas, comunistas y ecologistas.
“Y tiene que aplicar su programa y solo su programa”, recalcó Mélenchon, que rechazó entrar en negociaciones con la coalición de Macron.
Además, consideró que el nuevo Ejecutivo tiene que aplicar su programa “por decreto”, con medidas como la derogación de la reforma de las pensiones aprobada el año pasado por Macron, introducir el bloqueo de los precios de algunos productos y subir el salario mínimo.