“Las batallas que deciden el destino de nuestra patria siempre se han convertido en domésticas, populares y sagradas”, señala en el Día de la Victoria.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó a Occidente de querer destruir Rusia y supeditar el futuro del país a su guerra en Ucrania. En la celebración del Día de la Victoria, que conmemora el triunfo de la URSS sobre Alemania en la II Guerra Mundial, el presidente ruso apeló a la unión del pueblo con los “héroes” del frente durante los actos, con poca afluencia de público. El Día de la Victoria, que se celebra en Rusia cada 9 de mayo, es un día importante para el pueblo ruso y para todo el mundo. Se conmemora con desfiles militares, ceremonias y homenajes en todo el país.
El 9 de mayo de 1945, los líderes de las fuerzas aliadas aceptaron la rendición incondicional de la Alemania nazi en una ceremonia en Berlín. La noticia de la rendición se difundió rápidamente en la Unión Soviética, donde la población estaba cansada de la guerra y había sufrido enormes pérdidas humanas y materiales. La noticia fue recibida con júbilo y alivio en toda la Unión Soviética, y la gente salió a las calles para celebrar la victoria.
Desde entonces, el 9 de mayo se ha convertido en un día de conmemoración y celebración para el pueblo ruso. En Moscú, la capital del país, se celebra un desfile militar en la Plaza Roja, en el que participan soldados, tanques, vehículos blindados y otros equipos militares. El desfile es una demostración de la fuerza militar de Rusia y una muestra de respeto y agradecimiento por los veteranos de la guerra. Además del desfile, en Moscú y en todo el país se realizan homenajes a los caídos en la guerra, se llevan a cabo ceremonias conmemorativas en los cementerios y se encienden velas en memoria de los soldados caídos. También se celebran conciertos y festivales en todo el país, en los que la gente se reúne para cantar y bailar en honor a la victoria.
Putin comparó la invasión con la Segunda Guerra Mundial para prometer la victoria en la “batalla sagrada”. “La batallas que deciden el destino de nuestra patria siempre se han convertido en domésticas, populares y sagradas”, señaló en el discurso del Día de la Victoria. A la vista de esta postura de Putin, el canciller alemán Olaf Scholz pidió que la UE “no se deje intimidar por las demostraciones de fuerza” de Rusia. Lo cierto es que el mandatario ruso convirtió el Día de la Victoria, que conmemora el triunfo de la URSS sobre Alemania en la II Guerra Mundial, en la base ideológica de su Gobierno desde que llegó al poder hace más de dos décadas. Pocas lecturas como ‘Cartas de Rusia’, obra escrita en 1839, ayudan a comprender para qué sirve el espectáculo militarista que hemos presenciado en Moscú, ironiza Lluís Bassets.
En el frente sigue la guerra .”En este momento no es posible la paz. Las dos partes creen que pueden ganar”, dijo António Guterres, secretario general de la ONU, que también reprocha, en una entrevista, la falta de compromiso frente al cambio climático.
