Tras 25 años de prohibición, Reino Unido tomó la decisión de reanudar el uso de animales en pruebas de ingredientes cosméticos, según denuncia el grupo de defensa y protección de animales Cruelty Free International.
La semana pasada, la organización animalista perdió un litigio en el Tribunal Supremo en el que acusaba al Gobierno británico de haber abandonado “en secreto” su prohibición de 1998 de probar ingredientes cosméticos en animales.
Durante el caso se reveló que desde 2019 el Ministerio del Interior había estado emitiendo licencias para experimentos con animales en línea con las normas de la UE.
El ministerio, por su parte, rechazó el caso por considerarlo “sencillamente erróneo”, argumentando que no había actuado ilegalmente, sino de conformidad con las diferentes leyes de la UE que se mantienen tras el Brexit, recoge The Telegraph.
Según el Reglamento de la Unión Europea relativo al registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas, los ensayos con animales pueden ser necesarios “para proteger la salud de las personas que trabajan en esa industria”, pero solo si no se dispone de opciones alternativas.
El juez Thomas Linden concluyó que el Ministerio del Interior no había incumplido sus obligaciones legales y que ni los activistas ni el público tenían una “expectativa legítima” de ser informados sobre un cambio de posición política.
Sin embargo, el Gobierno niega la reanudación de los ensayos con animales. Tras ser preguntado el jueves al respecto, James Slack, portavoz del primer ministro británico, respondió que “el público puede estar tranquilo”, ya que las pruebas en animales siguen siendo ilegales en el país.
“La prohibición de utilizar animales para ensayar productos cosméticos o ingredientes para el consumidor seguirá completamente en vigor y no hay absolutamente ningún plan para cambiarlo”, aseguró.