Florida es el estado de las naranjas. De hecho, el cítrico es la imagen que identifica al estado sureño inclusive en las patentes de los automóviles. Pero este año está llegando a su fin una temporada que muchos definen como la peor en las últimas nueve décadas para el fruto insignia de la península.
El Departamento Nacional de Agricultura reveló su pronóstico para este 2023, indicando que los productores de la Florida llenarán solamente 15,65 millones de cajas de naranjas.
Y cabe destacar la palabra clave “solo” porque en la temporada 2021-2022, que no fue buena, se produjeron en el estado 41,2 millones de cajas de naranjas. Hace 20 años se producían 200 millones de cajas de naranjas al año.
Es decir, la producción de naranjas 2022-2023 será la más baja desde la temporada 1934-1935, inclusive por debajo del devastador pronóstico que el Departamento de Agricultura ya había dado meses atrás, en el que esperaban un total de 16,1 millones de cajas de naranjas.
Si bien los datos finales se conocerán entre junio y julio, la realidad es que la industria ya está dando por perdido este año y enfocando sus cañones para el próximo año.
La legislatura de la Florida aprobó la semana pasada un aumento de 65 millones de dólares en el presupuesto de varios proyectos relacionados con la industria de los cítricos, de los cuales casi 50 millones estarán destinados a la investigación en naranjas, que incluyen pruebas a gran escala de árboles que probaron ser resistentes al mal del enverdecimiento. Otros cinco millones se destinarían para márketing a favor del consumo de naranjas.
Otro cítrico que se ha visto afectado en los últimos años en Florida es el pomelo. Dos décadas atrás, se producían 50 millones de cajas de pomelos al año.
Para este 2022-2023, la producción se espera que sea de 1,8 millones de cajas, un leve aumento con respecto al anterior pronóstico que estimaba se producirían 1,6 millones de cajas. En la temporada 2022-2023 se produjeron en Florida 3,3 millones de cajas de pomelos.
En cuanto a las mandarinas, por tercera temporada consecutiva se espera que se produzcan medio millón de cajas en el estado.
Combinando todos los cítricos, Florida debería ver su peor cosecha desde 1929-1930, año en el que los productores enfrentaron una invasión de moscas mediterráneas mientras venían todavía afrontando las consecuencias de devastadores huracanes en 1926 y 1928.