El posoperatorio del papa Francisco es normal y evoluciona favorablemente. El Sumo Pontífice se sometió este domingo a fisioterapia respiratoria y rezó el ángelus en la capilla del apartamento privado del décimo piso del hospital Gemelli de Roma, donde se encuentra ingresado desde el pasado miércoles por una operación de una hernia abdominal, informó el Vaticano.
Los médicos habían desaconsejado al pontífice celebrar públicamente desde el hospital el habitual ángelus dominical para evitar esfuerzos que pusieran en riesgo la cicatrización de la malla que se le ha aplicado en la pared abdominal después de la operación en la que se le eliminaron algunas adherencias que podrían haber provocado una obstrucción intestinal.
Especialistas explicaron que en personas de cierta edad y sobrepeso es importante realizar un reposo total. Es el motivo por el que los médicos le desaconsejaron participar del Ángelus, actividad que lo hubiera obligado a permanecer un rato de pie para asomarse a una ventana o balcón.
El Santo Padre recibiría el alta entre el miércoles y jueves próximos, cuando se habrá cumplido una semana de la intervención.
Asimismo, en el último parte médico de hoy se informó que el Papa continúa sin fiebre y está hemodinámicamente estable, “se sometió a fisioterapia respiratoria y continuó moviéndose”.
“Durante la mañana siguió en directo por televisión la Santa Misa y recibió la Eucaristía. Luego se dirigió a la capilla del apartamento privado, donde se reunió en oración para el rezo del Ángelus”, informó en un comunicado el Vaticano.
Luego, añadió la nota, “almorzó junto a quienes lo asisten en estos días de internamiento en el apartamento privado, médicos, auxiliares, enfermeros y personal del cuerpo de la Gendarmería (la policía vaticana)”.
El cirujano que le operó el pasado miércoles y también en julio de 2021 del colon, Sergio Alfieri, explicó en una rueda de prensa este sábado que “en los últimos días se ha suspendido todo tratamiento por vía venosa y se alimenta con una dieta semilíquida. Sus análisis de sangre y la radiografía de tórax postoperatoria son buenos”.
Alfieri también dijo que el personal médico transmitió a Francisco su preocupación de que si el pontífice daba el saludo y la bendición pública de mediodía desde un balcón al final del pasillo de su cuarto de hospital, podría esforzarse de más y desgarrar una malla prostética que le insertaron como parte de la curación de la hernia.
Si eso llegara a suceder, se necesitaría otra cirugía. La bendición pública suele tardar unos 15 minutos.
Alfieri asimismo subrayó que “el Papa no ha tenido ningún tipo de problema cardíaco ni ha sufrido algún infarto”, precisó Alfieri a las preguntas de los periodistas durante una rueda de prensa en el hospital.
El equipo médico le ha aconsejado que permanezca ingresado para su total recuperación al menos toda la próxima semana y Francisco aceptó, según informó Alfieri.
Detalló además que el Papa no está sufriendo mucho dolor y por eso “se somete a una terapia analgésica normal para asegurarse de que pueda respirar bien, porque cuando te operan el abdomen, intentas respirar más superficialmente para sentir menos dolor” pero se trata de “un analgésico blando, nada especial, para que le permita una buena respiración”.