Tras su derrota ante Rhea Ripley en WrestleMania 39, Charlotte Flair se tomó un mes de vacaciones y regresó en la última edición de SmackDown para encarar a Asuka.
Sin embargo, su vuelta a los cuadriláteros causó molestia en los aficionados. Esto por el hecho de que siempre se le dan oportunidades titulares por su apellido (es hija de Ric Flair, máximo ganador de campeonatos mundiales en la historia).
Y es que la división femenina ha carecido de superestrellas que tengan habilidad tanto en el ring como en el micrófono. Incluso, la misma Asuka está dentro de estos casos, ya que cuenta con un amplio repertorio de movimientos pero casi nunca da una promo.
Ante esto, la luchadora mandó un mensaje en sus redes sociales con un “deberían de agradecerme en lugar de quejarse”.
Este es un ciclo que Charlotte Flair repite desde hace un par de años: regresa de vacaciones, tiene una lucha titular, gana el campeonato y después de unos meses, lo pierde y vuelve a estar inactiva.
No obstante, sigue siendo una de las luchadoras más protegidas, ya que al ser 14 veces campeona mundial, está a sólo dos conquistas más de igualar el récord de su padre.
Desde el año 2016, Stephanie McMahon convocó una “revolución femenina” en WWE, es decir que las mujeres al fin fueran vistas como luchadoras y no como un atractivo sexual para los fanáticos.
Para esto, conformó un ‘equipo’ con cuatro pilares para que demostraran al público que las mujeres tenían la misma calidad en ring que los hombres. Estas luchadoras fueron Sasha Banks, Charlotte Flair, Bayley y Becky Lynch.
También se introdujo el campeonato femenino de RAW y SmackDown, y Charlotte ha sido la que más veces ha ganado estos cinturones con un total de 6 entre ambas marcas (sin contar los títulos de Divas y de NXT).
Debajo de ella está Sasha Banks (ahora Mercedes Mone en NJPW) con cinco, Asuka y Alexa Bliss con tres y Becky Lynch con dos.