Tras semanas de protestas de atletas femeninas, la Policía de Delhi presentó este jueves cargos contra el jefe de la lucha libre india, Brij Bhushan Sharan Singh, por denuncias de acoso sexual y acecho.
Inicialmente Brij Bhushan, que también es miembro de la formación política gobernante Partido Popular Indio (BJP, por sus siglas en inglés) y diputado del Parlamento nacional, fue acusado también de acosar a una menor.
No obstante, los oficiales no habían encontrado “pruebas corroborativas” y Brij Bhushan no fue imputado en virtud de las leyes indias porque la presunta víctima y su padre se retractaron de sus acusaciones.
En un pliego de cargos de 1.500 páginas, se mencionan las declaraciones de al menos 22 personas de cuatro estados que han corroborado las acusaciones de las seis luchadoras contra Singh.
Además, fuentes de la Policía informaron que los agentes interrogaron a más de 200 personas implicadas en el caso. Las investigaciones siguieron a meses de denuncias de las mejores atletas del país, incluyendo medallistas olímpicas y de los Juegos Asiáticos.
El político está acusado de “los delitos de las secciones 354 [agresión o fuerza criminal a una mujer con la intención de ultrajar su intimidad], 354A [acoso sexual y castigo por acoso sexual], 354D [acecho] del Código Penal de la India”, indicó el fiscal general Atul Srivastav.
Las acusaciones tuvieron eco en la opinión pública y desencadenaron protestas masivas de deportistas femeninas que duraron varios meses.
Brij Bhushan, que ha sido el responsable de la Federación de Lucha Libre de la India (WFI, por sus siglas en inglés) durante los últimos 12 años, ha negado todas las acusaciones. Acusa a las luchadoras de tener “motivaciones políticas” contra él.