El organismo de control de seguridad nuclear de China autorizó el uso del primer reactor de torio de la nación, lo que marca un hito en el sector energético del país en su búsqueda de tecnologías más avanzadas, seguras y baratas, indica South China Morning Post.
La instalación piloto, de dos megavatios de potencia, está ubicada en el desierto de Gobi, en la provincia de Gansu, y es operada por el Instituto de Física Aplicada de Shanghái de la Academia de Ciencias de China.
El permiso, emitido por la Administración Nacional de Seguridad Nuclear el 7 de junio, autoriza que el Instituto de Shanghái opere el reactor durante 10 años y comience operaciones de prueba. La institución también será responsable de la seguridad del reactor y de hacer cumplir todas las leyes, reglamentos y normas técnicas pertinentes.
La planta usará el isótopo torio-232 de origen natural, un elemento débilmente radiactivo con el que no se puede hacer fisión, pero que cuando se irradia en un reactor absorbe neutrones para formar uranio-233, que es un material fisible que genera calor.
Los reactores nucleares de torio emplean combustibles líquidos, normalmente sales fundidas, tanto combustible como refrigerante. Ofrecen varias ventajas potenciales sobre los reactores de uranio tradicionales, incluida una mayor seguridad, menos desechos y una mayor eficiencia del combustible.
El torio también es un recurso más abundante en comparación con el uranio, y China tiene importantes reservas de torio. El volumen exacto de esas reservas no se ha revelado públicamente, pero se estima que es suficiente para satisfacer las necesidades energéticas totales del país durante más de 20.000 años.
Aunque el proyecto, a juzgar por las palabras de los expertos, es muy similar al reactor nuclear experimental de sal líquida de los años 60 del Laboratorio Nacional Norteamericano Oak Ridge, que posteriormente se cerró, los chinos aportaron muchas tecnologías innovadoras para su desarrollo.
Un reactor chino experimental de sal líquida generará solo dos megavatios de energía térmica (e incluso menos energía eléctrica), y se convertirá en un sitio de prueba para estudiar materiales, medios y radiactividad en todas las etapas de la operación del reactor.