En medio de la mayor sequía de la historia de Uruguay, el Gobierno ha decidido entregar dos litros de agua por día a más de 500.000 personas vulnerables, según anunció el martes la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche.
La ministra de Economía también dio detalles sobre la creación de un Fondo de Emergencia Hídrica, a través de un proyecto de ley que será remitido al Parlamento, y que espera que esté en vigor en las próximas semanas. “Esto nos permite dar mucha transparencia en todos los gastos que vamos a hacer, igual que sucedió con el Fondo Coronavirus”, dijo sobre el instrumento.
En este sentido, Arbeleche adelantó que se ha establecido un diálogo con varios organismos multilaterales de crédito, además del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para financiar tanto “operaciones técnicas como préstamos que tienen que ser reembolsables”.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Social anunció que esa cartera beneficiará a otras 420.000 personas para que puedan tener acceso a la compra de dos litros de agua embotellada por día.
De este modo, el suministro diario de agua está destinado a los hogares de Montevideo y Canelones en situación de vulnerabilidad, que reciben Asignaciones Familiares del Plan de Equidad, así como los usuarios de la Tarjeta Uruguay Social (TUS) que no estén comprendidos en el colectivo anterior, como personas en situación de calle o víctimas de trata, entre otros.
Asimismo, se contempla un tercer grupo, que son los adultos mayores en situación de vulnerabilidad del área metropolitana que reciban asistencia o pensión a la vejez.
El ministro de Trabajo y Seguridad Social precisó que “quienes perciben por el Banco de Previsión Social la jubilación mínima van a ser beneficiarios de esta misma medida”. En total, calculó que se incluirá a unos 80.000 pensionados de la Zona Metropolitana.
Con estas medidas, en total, alrededor de 500.000 uruguayos tendrán garantizado el suministro diario de agua, algo que tendrá un coste mensual de unos 12 millones de dólares, según precisó Lema.
En el último año ha llovido 60 % menos de lo normal, según el promedio de las últimas décadas en el país, lo que a partir del mes pasado llevó a las autoridades a tomar medidas que han aumentado la salinidad del suministro público.
Ante la escasez de la presa Paso Severino, que abastece a la ciudad de Montevideo, y el histórico bajo caudal del río Santa Lucía, se optó por recurrir al agua del Río de la Plata, salinizada por su cruce con el Océano Atlántico.
La situación provocó que la empresa pública OSE, responsable del abastecimiento de agua potable, tuviera que aumentar los niveles de cloruro y de sodio permitidos hasta cantidades que duplicaban los niveles previos autorizados.
Las autoridades sostienen que el consumo del agua es seguro para la gran mayoría de la población, sin embargo, se establecieron tres niveles de recomendaciones para el mismo número de colectivos de ciudadanos en Montevideo, Canelones y el área metropolitana, zonas donde residen casi el 60 % de los tres millones y medio de habitantes del país.
Para la población general se recomienda mantener el consumo habitual de agua de OSE, pero con la precaución de reducir el consumo de sal y de utilizar agua mineral para la preparación de fórmulas destinadas a lactantes.
La población que utiliza medicamentos antihipertensivos y diuréticos debe disminuir al máximo los alimentos con exceso de sodio y consumir un máximo de un litro al día de OSE. Por su parte, quienes padezcan una enfermedad renal crónica, insuficiencia cardíaca, cirrosis y sean mujeres embarazadas deben evitar beber el agua que suministra la empresa pública.