Según el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S), financiado por la Unión Europea, la temperatura promedio del aire en la superficie del planeta superó los niveles preindustriales durante varios días de noviembre del 2022 mientras que en abril y mayo de 2023, se superó de igual manera en los océanos de la tierra.
Cuando los enviados se reunieron en Bonn, Alemania, a principios de junio para preparar las negociaciones sobre el clima de este año se registró temperaturas de hasta 1.5 grados C por encima.
Cabe destacar que el objetivo mundial para revertir el calentamiento global es que las temperaturas desciendan alrededor de 1.5 grados C, lo que deja esta meta cada vez más lejos de alcanzarse.
“Nos hemos quedado sin tiempo porque el cambio lleva su tiempo”, afirmó Sarah Perkins-Kirkpatrick, climatóloga de la universidad australiana de Nueva Gales del Sur.
Según expertos en clima, uno de los principales factores es que los países no han fijado metas más ambiciosas a pesar de meses de calor récord en tierra y mar.
Mientras los enviados de los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero se preparan para reunirse el mes que viene, las temperaturas batían récords en junio en la capital china, Pekín, y las olas de calor extremo azotaban Estados Unidos.
En algunas zonas de Norteamérica, se superó en unos 10 grados el promedio estacional, y el humo de los incendios forestales cubrió Canadá y la costa este de Estados Unidos con una peligrosa neblina, con unas emisiones de carbono estimadas en una cifra récord de 160 millones de toneladas métricas.
En la India, una de las regiones más vulnerables al clima, se informó de que las muertes se habían disparado como consecuencia de las altas temperaturas sostenidas, y ha habido calor extremo en España, Irán y Vietnam, lo que hace temer que el verano mortal del año pasado se convierta en la norma.
Los países acordaron en París en 2015 intentar mantener el aumento de la temperatura promedio a largo plazo dentro de 1.5 grados C, pero ahora hay un 66% de probabilidad de que el promedio anual supere el umbral de 1.5 grados C durante al menos un año completo de aquí a 2027, predijo en mayo la Organización Meteorológica Mundial.
A las altas temperaturas terrestres se han sumado las marinas, con un calentamiento intensificado por El Niño y otros factores.
La temperatura promedio mundial de la superficie del mar alcanzó los 21 grados C a finales de marzo y se ha mantenido en niveles récord para la época del año durante abril y mayo. La agencia meteorológica australiana advirtió que las temperaturas de los océanos Pacífico e Índico podrían ser 3 grados C más altas de lo normal en octubre.
Según Piers Forster, catedrático de Física del Clima de la Universidad de Leeds, el calentamiento global es el principal factor, pero también son culpables El Niño, la disminución del polvo sahariano que sopla sobre el océano y el uso de combustibles marítimos bajos en azufre.
“En total, los océanos están sufriendo un cuádruple golpe”, afirma. “Es una señal de lo que está por venir”.
Miles de peces muertos han aparecido en las playas de Texas, y también se ha culpado a la proliferación de algas inducida por el calor de la muerte de leones marinos y delfines en California.
Los mares más cálidos también podrían significar menos viento y lluvia, creando un círculo vicioso que conduce a aún más calor, dijo Annalisa Bracco, climatóloga del Instituto de Tecnología de Georgia.
Aunque las altas temperaturas del mar de este año se deben a una “combinación perfecta” de circunstancias, el impacto ecológico podría perdurar.