El balance de la “masacre de Shakahola”, nombre de un bosque de Kenia donde se reunía una secta evangélica que practicaba un ayuno extremo, subió el lunes a 403 muertos tras el descubrimiento de 12 nuevos cuerpos, anunció una funcionaria regional.
Las autoridades esperan que el balance aumente, pues sigue la búsqueda de las fosas comunes en una amplia zona de las costas kenianas, cerca de tres meses después del descubrimiento de las primeras víctimas.
La policía considera que la mayoría de los cuerpos exhumados son de adeptos de la Iglesia internacional de la Buena Nueva (Good News International Church), creada por el pastor autoproclamado Paul Nthenge Mackenzie, quien abogaba por ayunar hasta la muerte para “encontrarse con Jesús”.
Las autopsias practicadas hasta ahora revelaron que la mayoría de víctimas murieron de hambre, luego de escuchar unas oraciones.
Algunas de las víctimas, entre ellas niños, fueron estranguladas, golpeadas o asfixiadas, según las autopsias. El ministro del Interior anunció que el bosque de Shakahola será declarado “lugar de memoria”
La justicia inició el mes pasado procesos por “tentativa de suicidio” contra 65 adeptos que rechazaban alimentarse tras haber sido sacados del bosque.
Estos procesos fueron condenados por grupos de defensa de derechos humanos. La ONG Comisión nacional de derechos humanos de Kenia denunció una decisión “inapropiada (que) traumatizará a los sobrevivientes cuando estos requieren desesperadamente comprensión”.