Un ciudadano estadounidense sorprendió al mundo cuando se conoció que, por voluntad propia, había cruzado la frontera e ingresado en Corea del Norte.
Con el correr de las horas, el Mando de las Naciones Unidas y la Casa Blanca lograron recoger más información y brindar algunos detalles más sobre lo ocurrido.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, confirmó que el sujeto en cuestión es Travis King, un soldado de segunda clase de 23 años que servía en la vecina Corea del Sur en la Primera División Blindada, tras alistarse en enero de 2021.
Por su corta edad, aún no había participado de ningún combate y las tres medallas que figuran en su legajo de servicio son los clásicos premios que se entregan a quienes son enviados a este país.
Tras ser detenido por agresión, el militar pasó dos meses en prisión en Seúl y, finalmente, fue liberado el pasado 10 de julio. Entonces, las autoridades estadounidenses definieron enviarlo de vuelta al país, precisamente a Fort Bliss, Texas. Allí se hubiese enfrentado a una serie de medidas disciplinarias militares adicionales y hasta se podría haber evaluado su salida del Ejército.
Este lunes, King fue llevado al aeropuerto y escoltado hasta la aduana para emprender su vuelta a Estados Unidos pero, en un confuso desenlace que aún no se ha podido definir con grandes precisiones, logró escapar de la seguridad y nunca abordó el avión.
En su lugar, mantuvo con éxito un bajo perfil durante el resto del día y el martes se unió a un grupo de turistas que se dirigía a la aldea fronteriza de Panmunjom para una visita a la Zona de Seguridad Conjunta, vigilada por oficiales de ambas naciones.
Allí, mientras todos conversaban con la guía turística y tomaban fotografías, cerca de las 15:27 hora local el militar se escabulló y abandonó el grupo.
Desde entonces, Washington junto con el Mando de las Naciones Unidas ha intensificado sus esfuerzos por lograr dar con el paradero del hombre, así como garantizar su bienestar y regreso seguro al país.
Pyongyang es famoso por su hermetismo y la relación del régimen de Kim Jong-Un y la Casa Blanca se encuentra en uno de sus puntos más básicos, la situación parece camino a desembocar en una nueva emergencia diplomática para Estados Unidos.
Las autoridades de Pyongyang deberán definir el futuro del estadounidense de quien, a su vez, se desconoce si manifiesta deseos de quedarse en el Norte o si, por el contrario, pedirá ser liberado y volver a su país.