El papa Francisco visitó este martes a los cerca de 250 niños que están pasando unos días en el campamento de verano que cada año organiza el Vaticano y les habló de los “superhéroes” que se animan a formar una familia y les instó a tener “una relación sana con el mundo digital”.
El Papa acudió al aula Pablo VI del Vaticano, uno de los lugares donde los niños, la mayoría hijos de dependientes del Vaticano, realizan actividades durante las dos semanas de campamento acompañados del padre Franco Fontana, responsable de la organización.
Tras un breve saludo a los monitores, a los que el Papa sugirió “mantener la inquietud que anima a servir a los demás”, Francisco a los niños subrayó “la necesidad de sentimientos de gratitud hacia los padres”, destacó el valor de los abuelos, de los “superhéroes que se animan a formar una familia” y les pidió “tener una relación sana con el mundo digital”, según informó el portavoz vaticano, Matteo Bruni.
Los niños por su parte le regalaron una de las medallas de cartón que han construido para premiar durante sus juegos y Francisco no dudó en colgársela en el cuello.
Desde 2020, durante el mes de julio, Francisco autorizó que algunos lugares de la Ciudad del Vaticano se transformen en el espacio para un campamento de verano para los hijos de los trabajadores de la Santa Sede.
En otro orden, en las últimas horas Francisco recibió a un grupo de jóvenes de la diócesis de Córdoba, en Argentina, de paso por Roma y en peregrinación a Lisboa para participar en la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra del 1 al 6 de agosto y les invitó a vivir intensamente esos días como si fueran a un Mundial de fútbol.
“Ustedes, como tantos otros miles de jóvenes que se dirigen a Portugal durante estos días (…) dejaron lo conocido: sus familias, sus comodidades y parten sin demora al encuentro de los demás. Algunos tal vez llevan el mate, otros la guitarra; pero lo que los identifica a todos es “la camiseta: la camiseta de la fe y del amor a Dios y a los hermanos”, comenzó el Papa su discurso a los jóvenes argentinos.
El pontífice argentino continuó con el símil futbolístico y explicó a los jóvenes que “en el equipo de Cristo, el partido se juega hasta el último minuto, no nos podemos distraer ni hacer goles en contra.
Y entonces los invitó “a vivir intensamente este ‘mundial’, esta Jornada Mundial de la Juventud, que los va a enriquecer con una gran diversidad de rostros, de culturas, de vivencias, de distintas expresiones y manifestaciones de nuestra fe” y a ayudar “a otros jóvenes que no encuentran el sentido de la vida o que ya han extraviado el camino para seguir adelante”.