El secretario del Departamento de Estado de EE.UU., Antony Blinken, emprenderá una gira a finales de julio por la región del Indo-Pacífico con paradas en la nación insular de Tonga, en Nueva Zelanda y en Australia en medio de la pugna con China por la influencia en la región.
En particular, Blinken visitará la capital de Tonga, Nukualofa, el 26 de julio para participar en la apertura de la nueva embajada norteamericana y reafirmar la “visión conjunta” de que el Pacífico es una región “conectada, próspera, pacífica y resistente”, precisó el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en un comunicado difundido este jueves.
Un día después, el jefe de la diplomacia estadounidense se desplazará a Wellington para mantener “importantes discusiones” con los altos funcionarios neozelandeses y se reunirá con la selección de EE.UU. que participa en la Copa Mundial Femenina de Fútbol.
Finalmente, los días 28 y 29 de julio, Blinken participará en las consultas ministeriales entre EE.UU. y Australia que se celebrarán en la ciudad de Brisbane. Allí, planea acercar posturas con el país oceánico sobre “un Indo-Pacífico libre y abierto”, al tiempo que profundizará sobre la cooperación en temas como seguridad, clima y energías limpias.
La firma hace un año de un tratado de seguridad entre las islas Salomón y China generó unas tensiones que aún se dejan sentir. Así, la semana pasada el primer ministro del archipiélago, Manasseh Sogavare, aseguró que el plan conjunto de cooperación policial, sellado con China este mes de julio, no va dirigido contra de EE.UU. y Australia.
Mientras, a finales de mayo, Washington, que en los meses recientes intensificó sus actividades diplomáticas con la reapertura de su embajada en las islas Salomón tres décadas después de su cierre, suscribió un acuerdo de cooperación en defensa con Papúa Nueva Guinea. Entre otras cuestiones, el convenio estipula el patrullaje y la vigilancia marítima en la zona económica del país oceánico.
Desde China señalaron que no están en contra de la cooperación igualitaria y mutuamente beneficiosa entre los países insulares del Pacífico, pero advirtieron contra la participación en “juegos geopolíticos”. Por su parte, el jefe del Ejecutivo papú, James Marape, señaló que su país no será utilizado por Washington como base para “lanzar una guerra”.