El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) confirmó la presencia de minas en el perímetro de la central nuclear de Zaporizhzhia, bajo ocupación rusa en el sur de Ucrania.
Las minas las detectaron los expertos de la ONU durante una inspección el domingo y están situadas en una zona restringida entre las barreras perimetrales interna y externa del complejo y, en principio, lejos del alcance del personal de la planta.
El director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, indicó en un comunicado que estan al tanto de la colocación de minas fuera del perímetro de las isntalaciones y en algunos lugares en concreto del interior. SE le informó a la central en donde contestaron que se trata de una desición militar en una zona controlada por militares; sin embargo precisó que el hecho de tener tales explosivos es incoherente con las normas de seguridad de la OIEA, además de crear una presión sicológico adicional sobre el personal de la planta.
Mencionó que la detonación de estas minas no deberían afectar los sistemas de seguridad nuclear del lugar.
El equipo del OIEA ha estado realizando inspecciones y recorridos regulares en la central sin observar hasta ahora ningún equipo militar pesado, señala el comunicado.
Los expertos de la ONU continúan a la espera de tener acceso a los tejados de los reactores, donde el Gobierno ucraniano asegura que detectó la presencia de objetos que podrían ser explosivos. El OIEA señala que el 22 de julio su equipo presente en la planta escuchó varias detonaciones a cierta distancia de la planta.
Los expertos aseguran que durante el fin de semana la central nuclear perdió temporalmente la conexión con la línea principal de energía de 750 kilovoltios debido a un problema técnico, lo que subraya la fragilidad de la situación en medio del conflicto.
El OIEA ha venido pidiendo desde hace meses que la planta no sea utilizada para almacenar armas ni explosivos. Ucrania denunció a principios de julio que Rusia había colocado explosivos en la central.
Los seis reactores de la planta, la más grande de Europa, se encuentran en parada técnica pero se sigue necesitando electricidad y agua para refrigerarlos.